Caldas ha sido y seguirá siendo mi hogar. Aquí aprendí los valores humanos y culturales que representan la esencia de una región rica en todos los aspectos e históricamente prolífica en líderes de talla nacional. De mis mayores aprendí que el lenguaje debe ser moderado, claro, directo y respetuoso. Por eso, cuando asumí el primer cargo departamental, lo hice valorando a las personas, destacando sus virtudes y ofreciendo relaciones sinceras, algo que no ha cambiado a pesar de los avatares de la vida.
Entiendo, porque lo viví en carne propia, lo difícil que es asumir las riendas de la administración pública. No fue fácil enfrentar los problemas que encontré en cada uno de los municipios; sin embargo, con determinación y sin mirar al pasado en busca de culpables, trabajamos en equipo para buscar soluciones. Aunque no pudimos culminar todos los proyectos, dejamos sentadas las bases para avanzar con firmeza en iniciativas que, a mediano y largo plazo, cambiarán la vida de la gente.
Tanto mi gobierno como el actual, hemos navegado por aguas turbulentas, enfrentando condiciones imprevisibles. Ayer fue el cambio en las políticas nacionales de vivienda que truncaron uno de los principales planes de mi gobierno, las “Mil Viviendas”. Hoy, se anuncia un recorte del gasto público, reflejado en una reducción del 39% en el presupuesto de Fonvivienda para 2025, según el presidente de Camacol, Guillermo Herrera. Ayer, el incumplimiento inesperado de contratistas retrasó obras de infraestructura vial y educativa, entre otras. Hoy, sigue siendo un problema que ensombrece la gestión gubernamental. Ayer fueron los litigios y conciliaciones en Aerocafé. Hoy, persisten los detractores que buscan destruir este proyecto con el único propósito de que no se concrete el sueño de los caldenses, un proyecto que fue una de nuestras prioridades. Ayer fue un ambiente político opositor, descarnado, agresivo y destructivo; hoy, desde la oscuridad, siguen al acecho, esperando que los proyectos se frustren.
Nunca me quejé de las herencias que recibí. Entiendo claramente que cada gobierno hereda de su antecesor cosas buenas, excelentes y malas; es parte de la dinámica política. Ningún gobernante, en su sano juicio, desea que su periodo sea un fracaso. Ningún gobernante está satisfecho si no puede cumplir lo prometido. Ninguno está contento si debe entregar problemas a su sucesor. Pero todos los gobernantes sabemos que gran parte de nuestro tiempo en el gobierno se destina a construir sobre lo ya construido, a terminar lo empezado y a corregir lo que, a nuestro juicio, requiere ajustes.
Por eso, me complace ver al actual gobernador, Henry Gutiérrez, entregar tantas viviendas en tan poco tiempo. Durante nuestro periodo 2020-2023, beneficiamos a más de 2.406 familias con nuevas viviendas, mejoramientos y titulaciones. Además, dejamos proyectos en licitación, construcción, licenciamiento y diseños para llegar a otras 1.600 familias. El actual gobernador ha seguido la misma senda, adaptando los proyectos a las actuales circunstancias legales y gubernamentales. Las cifras oficiales son contundentes e incontrovertibles. Esa es la verdad.
Sobre Aerocafé, es alentador que el Gobierno nacional haya complementado el apoyo económico necesario para reiniciar la obra. Durante nuestro gobierno, resistimos contra viento y marea para evitar que las intenciones de detener el proyecto se concretaran. Hoy, vemos que valió la pena esa lucha, a pesar del pesimismo de algunos políticos que no merecen ni siquiera una mención.
En cuanto al Área Metropolitana, después de una espera de 40 años, se hizo realidad. Ahora depende de las acciones de los alcaldes lograr una integración regional productiva y efectiva. Nuestra campaña, en solo tres semanas y media, alcanzó una manifestación popular que triplicó lo necesario, logrando un mandato de obligatorio cumplimiento.
Respecto al hermanamiento con Antioquia, a pesar de las dificultades y los obstáculos con los contratistas, ya comenzamos a ver los frutos. Algunas vías comienzan a tener avances importantes, y otras, una vez corregidos los problemas jurídicos, deberán finalizarse en este Gobierno. Seguiré en mi camino personal, capacitándome y aprovechando las oportunidades que la vida me ofrece. Mi corazón siempre estará con Caldas y los caldenses. Con todo mi compromiso, seguiré en contacto a través de estos medios que nos abren las puertas con generosidad.