Detrás de la ineficacia de Once Caldas se fue el liderato, sumó la segunda derrota en línea, siguió estacionado en 26 puntos sin clasificar y completó dos partidos sin convertir. Son datos que llaman la atención, los cuales no quieren decir que el equipo esté en crisis ni perdiendo protagonismo.

Increíble como, sometiendo al rival, dominándolo y llegándole, se viniera perdedor de Valledupar. Bastó un gol a los tres minutos, que fue incapaz de revertir, en clara demostración de que los méritos son una cosa y la realidad otra, pues se gana con efectividad.

Ante un flojísimo Alianza FC, el Once Caldas tuvo 13 oportunidades de anotar, nueve en el primer tiempo, volviendo figura al portero contrario Carlos Mosquera, lo cual certifica porqué siendo superior en la cancha, perdió.

Brillante el partido de Alejandro García, figura hasta que les dio por sacarlo (minutos 67). Tampoco se entiende por qué el argentino Lucas Ríos es excluido siempre. De 13 fechas disputadas ha estado en 12, y ninguna la ha jugado completa.

Aún no entiendo por qué salió García, y menos Ríos por un volante de marca, Iván Rojas. Sé que la idea era adelantar a Mateo García, pero eran 11 vs. 10 por la expulsión de John Pérez, ventaja que se tuvo durante 34 minutos más la adición.

Fueron las variantes, esta vez, el talón de Aquiles. Con los cambios se desmejoró el equipo tras una presentación en la etapa inicial que no había que tocar, independiente de la temperatura alta, que creo, se podía solventar porque este grupo físicamente responde.

Pesó la ausencia de Dayro Moreno. El venezolano Jesús Hernández no solo juega distinto, es un 9 de área, sino que estuvo desconectado, tocó pocas veces la pelota y como tiene el inconveniente de que siempre se le compara con el ídolo, reprobó el examen.

Sin Dayro no hay gol y su ausencia hace más evidente que en definición hay un déficit que preocupa tanto como la falta de calidad en la banca: los casos de Joel Contreras y Jefry Zapata son los mismos de Hernández, pues parecen no estar a la par del resto, a pesar de las oportunidades, haciendo notoria la diferencia entre el once inicialista y quienes esperan la oportunidad. Nómina corta que podría pasar factura.

Otros nombres como los de Manuel Arteaga y Felipe Cifuentes no son solución de nada por lo pronto; quizás en el futuro. Tampoco lo es Roger Torres. Es preferible recurrir a Esteban Beltrán y John Deivy Araújo, que son de la casa, aunque están marginados por Herrera.

Igual, plantel insuficiente con una formación base estable, que ha soportado la campaña por los beneficios del calendario, dado que después de cada jornada cuenta con "semana larga" como se dice en el argot futbolístico para recuperar y fortalecer la propuesta.

Además, la Liga al ponerse al día apretará la programación y habrá mayores exigencias. Aquí Herrera y su grupo de colaboradores, tan reconocidos por lo bueno construido, tendrán que administrar con inteligencia, tacto y manejo el recurso humano.

El objetivo de la clasificación está a tres puntos. Alcanzar cupo en torneo internacional también está cerca. Restan seis juegos: en Palogrande contra Pasto, Fortaleza y Junior y por fuera ante Tolima, Santa fe y América. Trabajo hay, que los suplentes pongan más.

Hasta la próxima...

 

Mario César Otálvaro