Simplemente Dayro, se dice fácil, que difícil encontrar otro igual.
Definidor por antonomasia, devorador de área, goleador de raza, implacable, cómplice de la red. Donde esté, como esté, Dayro será siempre el diferente, rompedor de registros, con un sentido de pertenencia tal, que mantiene su corazón atado al alma del hincha caldense.
"Papi, dime que no es verdad" me escribió mi hijo Martín ante los rumores de su posible ida al fútbol argentino, con el desconsuelo que, creo, embargó emocionalmente a las mayorías, con ese anuncio que no pasó de rumor, sosteniéndose acá porque Once Caldas lo necesita.
Marcó el del triunfo 1-0 sobre Pereira, y es el nuevo goleador histórico de los clásicos con 12 anotaciones, dejando con 11 a Sergio Galván y Sergio Cierra, y tomando dos de ventaja sobre Antonio Ríos y Ramón Rodríguez, siendo además el líder cañonero de la liga actual.
Se metió desde hace rato en la pelea por el título de mayor convertidor de todos los tiempos por el torneo profesional, sello que ostenta Galván Rey (224). Dayro llegó a 210, está a uno de ponerse tercero si supera al argentino Hugo Lóndero (211), y a 7 del segundo, Iván René Valenciano (217).
Es una "bestia" dentro de las 18, en un mes cumplirá 38 septiembres, conservando incólume su capacidad como rematador, así con el tiempo –apenas natural– haya perdido velocidad, gambeta, habilidad, desborde, las características que lo han distinguido, destacándolo como un fuera de serie, ¡un verdadero crack!
Hay que saberlo utilizar en las vecindades del arco donde es letal llevándole la pelota, ubicándolo en zonas de disparo para aprovechar su olfato. Dayro es gol, y ha hecho de esa virtud un estilo de vida perdurable en la cancha, al punto de que su mera presencia atemoriza a los rivales.
Forma parte del mosaico de ídolos de la afición local, aumentando la leyenda en puesto preferencial al lado de Juan Carlos Henao, Elkin Soto, Arnulfo Valentierra, y Galván Rey.
Su corazón está acá, ama la ciudad, adora la institución, no desaprovecha espacio para decirlo, y es intocable.
En el año, Dayro suma 13 goles en 25 partidos, es decir, anota cada dos juegos. Hizo 9 en el primer campeonato en 20 fechas, y suma cuatro en cinco juegos del segundo semestre.
No ha logrado dobletes, 13 conversiones en 13 jornadas, por 12 en las que se ha ido en blanco.
Cifras concluyentes acerca de la figura y el talento del 17, que contra Pereira desatoró el duelo con un cabezazo certero ganando la posición frente a los zagueros Quintero y Perea, luego de centro perfecto desde la derecha de Alejandro García. Se fue al minuto 82 en medio del aplauso y la admiración.
Para Once Caldas otra discreta presentación, con triunfo a bordo. Sumar es clave, el Palogrande volvió a sonreír por partida doble: era el clásico, y Pereira está en cuartos de final de copa libertadores. Complejo mejorar contenido frente a ciertas carencias, pero hay ideas desde el juego que cubren esas debilidades.
El equipo es de picos altos y bajos, no muy confiable, montado sobre un esquema que arroja luces, y traduce el trabajo de semana, apreciándose la labor del cuerpo técnico.
Sucedió estando 2-0 abajo frente a Águilas, con arremetida interesante sobre el final, y esta vez preservando el 1-0 ante el ímpetu Matecaña.
Se viene el campeón Millonarios, que no despega - lunes 21 de agosto 8:20 de la noche - con semana larga para continuar afinando movimientos y rendimientos personales con el fin de elevar producido por fuera, donde se perdió con Tolima y Águilas, e intentar resultados, lo único que salva la flaca conformación de nómina, en la que Dayro es el excluyente.
Hasta la próxima...