La fecunda musical Violeta chilena, graciosa como la violetera española de "Fumando espero", trae una intensa historia hoy. Nacida en Chile en 1917, Violeta Pana se inicia en el arte musical y llega a ser folclorista y compositora de amplio renombre mundial.

Forma su hogar y llega a tener cuatro hijos y tres nietos que son ramo de fino olor para su corazón. Llega a la suma de sesenta canciones compuestas con universal aceptación. Varios premios asomaron a su vida, como el obtenido en la noche de reyes en 1954 equivalente a la Gaviota de Oro de Viña del Mar.

Quién no ha sentido emoción con "Gracias a la vida", que es canto de reconocimiento a la belleza de existir en el amor, en medio de la creación y la sociedad. "Gracias a la vida que me ha dado tanto,... dos luceros" y otros tantos dones; quién no se ha estremecido con "volver a los 17" o "El gavilán" para sentir casi el luto de un desengaño en "Qué he sacado con quererte".

Pero llegó el 5 de febrero de 1954 y el mundo se sorprendió con la noticia que sacudió : “Violeta se quito la vida”, el dolor la sepultó ahogando la esperanza en un herido corazón: cantó gracias y dijo adiós al escenario del arte ese luctuoso día.

Es una historia escrita en el vaivén de un corazón muy enamorado que dijo gracias, pero frente el panorama del desaire, engaño, traición y olvido se preguntó "qué he sacado con quererte" y se fue ojalá al encuentro del verdadero y eterno amor que le abrazó en el infinito Cielo.

Por qué cortó el manantial hermoso de su vida es algo que casi nadie logra entender, es el eco siempre presente para muchos de lo que escribió Montaigne y que nuestro Porfirio Barba Jacob, muerto en 1942 en acción similar a Violeta, cantó en verso: en "Canción de la vida profunda": "Hay días en que somos tan lúgubres... trémulos... hasta un día en que ya nadie nos puede retener".

Caminar la vida, más que pasear es peregrinar entre soles y tormentas, abrazos y traiciones, valles y empinadas cuestas pero con la luz de la Fe, la esperanza y el amor. Razón le veo al lema de este Año Jubilar: "Peregrinos de la Esperanza" superando retos, caídas y dolores. Es gratitud y Pascua.