Completas y detalladas han sido las explicaciones que ha ofrecido el presidente del Consejo Nacional Electoral, magistrado César Lorduy, en relación con la actuación administrativa en contra de la campaña Petro presidente por la supuesta vulneración al régimen de financiación de las campañas electorales. Y muy claro queda que, la más grave de las consecuencias posible en un proceso de este estilo consiste en una sanción económica. Y luego de tanto debate y vasta explicación, a nadie sensato se le ocurre pensar que alguien diferente al Congreso de la República puede llegar a destituir al presidente de la República.
Se necesita ser muy optimista (o pesimista, dependiendo de las preferencias políticas) para pensar que la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes va a actuar con la velocidad y el criterio jurídico suficientes como para proferir una juiciosa decisión que resuelva en derecho esta situación. La actuación del CNE resulta polémica, y de hecho, no existe consenso acerca de la facultad para investigar al presidente. Algunos juristas, como el exmagistrado José Gregorio Hernández, cuestiona con argumentos este proceso administrativo. Y es que debemos reconocer que al CNE, dada su conformación con representantes de diferentes partidos políticos, le cuesta mucho más que a cualquier otro tribunal convencer de que sus actuaciones y sus decisiones a favor o en contra de unos u otros agentes políticos, no son políticas.
¿Entonces como país debemos asistir a una confrontación que, aunque la pinten de debate jurídico, tiene mucha más apariencia de debate político? Absurdo debate, por decir lo menos, en el que ambas orillas se acusan, la una a la otra, de erosionar la institucionalidad del país. Cada una de las orillas le habla a su tribuna, la cual muy seguramente está convencida de lo que le dicen, incluso antes de que se lo digan. Entonces la mayoría de los colombianos, a quienes muy seguramente no les importa lo que suceda en este caso, termina recogiendo más y más razones por las cuales se debe evitar la participación en la política.
Petro convoca a la movilización, se victimiza, demanda la defensa que debe hacer el pueblo a su mandato con el objetivo de provocar indignación que buscará traducir en entusiasmo para votar a favor de su candidato en las próximas elecciones. En la otra orilla y tal vez con la misma estrategia, la oposición pretende provocar indignación hablando y haciendo amplio eco del desprecio que demuestra el presidente por la Constitución, la ley y las instituciones. Mientras tanto, el país real sigue esperando por acciones y soluciones.
Bienvenida la invitación de Bruce Mac Master a la sensatez y su valiente comentario a favor de un acuerdo nacional que nos permita superar la polarización y nos enfoque alrededor de las prioridades que todos compartimos: combate real y eficiente a la corrupción, lucha contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión, pacto por la educación de calidad y pertinente, generación de desarrollo económico y más bienestar para las familias colombianas. Ojalá seamos capaces de avanzar en ese sentido.