Una vez la Asamblea termine de aprobar en los próximos días el presupuesto anual de la Gobernación de Caldas, se sumará al visto bueno que ya le dio el Concejo de Manizales al de la Alcaldía, y con ello dispondrán de su carta de navegación al 2025. No habrá disculpas para que las administraciones digan que no que tienen los recursos suficientes para funcionar y ejecutar, comparado con los gastos reales en sus territorios. Este primer año del cuatrienio la operación corrió por cuenta de lo que les dejaron aprobado las administraciones anteriores, como ocurre tras un periodo electoral. Para el año que viene Manizales contará con un presupuesto base de 1 billón 286 mil 873 millones de pesos y Caldas, como va el proyecto en la Asamblea, con aproximadamente 1 billón 263 mil millones de pesos.
Muchos se preguntarán por qué Manizales como capital tendrá un presupuesto más elevado que el de Caldas (aproximadamente unos 23 mil millones de pesos), si el Departamento tiene obligaciones de inversión en los 27 municipios. Hay que decir que se no se trata de algo nuevo para el próximo año, la diferencia siempre se ha tenido y radica en que Manizales cuenta con mayores fuentes de financiación procedentes de recursos propios, muy concentrados en lo que recauda por impuestos predial unificado y el de industria y comercio y sus conexos, que son de libre destinación.
Esta situación les posibilita a los alcaldes, sobre todo a los de ciudades capitales y de municipios que están en las primeras categorías, tener mayor movilidad, comparados con los gobernadores que, en su mayoría, manejan recursos con destinación específica, no pueden ser utilizados en otros fines. Eso es bueno porque da garantías para cubrir áreas como salud, educación, deporte; pero termina limitando de cierta manera las inversiones cuando, una vez cubiertas estas obligaciones, siguen quedando otras prioridades cortas en recursos.
Si todos los municipios ya tuvieran un sistema de predial actualizado y bien estructurado para sus áreas urbana y rural contarían con mayores recursos durante cada año. No se entiende cómo todavía hay algunos en Caldas con zonas que no pagan predial o no lo tienen ajustado a las modificaciones catastrales de los predios y los entornos. La Gobernación tampoco se puede quedar quieta esperando que los otros actúen, debe hacer esfuerzos propios para mejorar en recaudos y sobre todo gestionar otro tipo de recursos nacionales e internacionales que le permitan darle la mano a los municipios.
Si los entes territoriales y los mandatarios en Caldas buscan avanzar en el cumplimiento de metas de los planes de desarrollo tienen que acudir también a otros componentes de los presupuestos que siempre modifican los totales iniciales aprobados, como son las adiciones vía recursos del balance, que son los que se dejaron de ejecutar en la vigencia anterior y deben ser agregados, o créditos que se asumen para grandes proyectos y programas, entre otras figuras para obtener mayores ingresos. Esta tendrá que ser la tarea de todos si quieren mostrar resultados.