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Desde hace rato se tiene identificado que la población manizaleña en términos generales se está envejeciendo y que la tasa comparativa entre jóvenes y adultos mayores está creciendo en favor de estos, contra los otros. 
Se presentó un nuevo Informe de Calidad de Vida de Manizales Cómo Vamos, iniciativa que mide los indicadores de la ciudad con el fin de contribuir a que se asuman políticas públicas con base en datos duros, desde donde corresponda. Se diferencia este documento de la Encuesta de Calidad de Vida, que también se realiza cada año en esta entidad, que trata sobre la percepción de los ciudadanos. De ahí que sea tan relevante el informe que ya recoge un histórico de 13 años, con lo cual se pueden percibir progresos, estancamientos y retrocesos.
Desde hace rato se tiene identificado que la población manizaleña en términos generales se está envejeciendo y que la tasa comparativa entre jóvenes y adultos mayores está creciendo en favor de estos, contra los otros. Esto es una confirmación y requiere que se asuma un proyecto que responda a estas nuevas realidades de la ciudad. De otra parte, preocupa la caída en la tasa de cobertura en educación básica y media, pues baja año a año sin que se tenga una explicación muy clara de esto, pero sí la idea de que en parte es por la baja tasa de natalidad de las últimas décadas.
Estos datos de educación básica y media contrastan con los resultados positivos que se pueden ver en el indicador de Educación Superior, sobre todo en calidad, mostrada en certificaciones y en número de magíster y doctores. Los estudiantes universitarios en la ciudad llegan a poco menos de 40 mil, pero viendo la tendencia de lo que sucede en el bachillerato, el esfuerzo tiene que enfocarse en potenciar la idea de ciudad universitaria, con ampliación de servicios y con fortalecimiento de oferta para atraer estudiantes de otras ciudades y regiones, algo que ya sucede, pero que requiere lograrse de manera más radical.
La tasa de suicidio y de intentos sigue siendo una preocupación a la orden del día. El año pasado se tuvo la más alta desde que se mide este indicador, lo que se combina con asuntos serios de consumo de drogas en jóvenes, mostrando los retos que se identifican en salud mental en la ciudad y a los que, a pesar de los muchos programas que se anuncian, no parecen revertir esta trágica cifra que debería ser prioridad de la salud pública. No obstante, todo indica que este año serán muchos menos de los 45 que se concretaron el año pasado. Pero hay que seguir trabajando en este tema y ponerse metas retadoras. (profundizar que no solo es un tema de salud) 
También hay que decir que es muy importante la reducción en homicidios que se tienen en la ciudad. El año pasado fueron 40, la mitad de los presentados en el 2018. Y este 2024 se espera que la cifra se reduzca mucho más, aunque la percepción de inseguridad en los ciudadanos pueda estar afectada, por la gravedad de hechos recientes en Manizales. En lo que sí se perderá el año es en muertes en accidentes de tránsito por cuenta de la falta de cultura ciudadana de los actores viales y también de la permisividad con algunos de estos.
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Son muchos los temas abordados por el Informe de Calidad de Vida y aquí apenas nos referimos a un puñado que nos parecen notorios, pero lo más importante es que las autoridades, universidades, organizaciones, tomadores de decisiones tomen nota para que esto les sirva a la hora de priorizar o de fijar políticas públicas que ayuden a construir una Manizales mejor y equitativa para todos sus habitantes y su entorno.