El informe de GHAI insta a las y los responsables de políticas públicas, la sociedad civil y defensores de la salud a anticipar y contrarrestar las tácticas de la industria.

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El informe de GHAI insta a las y los responsables de políticas públicas, la sociedad civil y defensores de la salud a anticipar y contrarrestar las tácticas de la industria.

De acuerdo con el informe publicado por Global Health Advocacy Incubator (GHAI), se identificaron cinco estrategias que viene utilizando de forma reiterativa la industria de bebidas azucaradas para obstruir los impuestos a estos productos.

El informe "Ganancias Endulzadas: El Manual de la Industria para Combatir los Impuestos a las Bebidas Azucaradas" evidencia que la industria de bebidas tiene un manual global de estrategias para frustrar los esfuerzos gubernamentales dirigidos a reducir el consumo estas bebidas, estas tácticas se han identificado en cerca de 25 países:

1. Manipulación del diseño de impuestos: Como en Vietnam, donde los organismos de la industria han presionado para excluir ciertas bebidas del impuesto

2. Presentación de desafíos legales: Ejemplos de Colombia y España muestran cómo la industria utiliza amenazas legales para intimidar a los gobiernos y cuestionar la legalidad de los impuestos sobre bebidas endulzadas

3. Desacreditación de la evidencia científica: Tácticas observadas en Guam y China, donde se usa investigación financiada por la industria para cuestionar la efectividad de los impuestos a las bebidas azucaradas

4. Alarmismo económico: Como se ve en Nigeria y Pakistán, donde se argumenta que los impuestos a las bebidas azucaradas conducirían a pérdidas de empleo y recesión económica

5. Explotación de preocupaciones sociales: La industria explota las preocupaciones sobre el hambre, así como otros problemas ambientales, de salud y socioeconómicos, y se presenta como parte de la solución a través de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), mientras sugiere que los impuestos son injustos y afectarán desproporcionadamente a las comunidades de bajos ingresos.

En el caso de Colombia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de situación Nutricional 2015, 1 de cada 4 escolares (entre 5 y 12 años) tiene exceso de peso, y la mitad de los adultos afrontan la misma situación.

Asimismo, el consumo de estas bebidas tiene consecuencias negativas en la salud: obesidad, desarrollo de caries y afectaciones negativas en la memoria y el aprendizaje.

De acuerdo con el Ministerio de Salud, anualmente se gastan cerca de 25 billones de pesos de los recursos de salud en la atención de enfermedades prevenibles asociadas a una mala alimentación.

Recomendaciones

Es importante recordar que los impuestos a las bebidas endulzadas son una de las cuatro medidas que recomiendan organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud - OMS y UNICEF para reducir los altos niveles de obesidad en los países.

A raíz de las labores que vienen adelantando organizaciones de la sociedad civil y la academia sin conflicto de interés, Colombia ya cuenta con dos de estas medidas: el impuesto a los productos y bebidas ultraprocesados y el etiquetado frontal de advertencia.

"Si bien la comunidad global está trabajando para crear poblaciones más saludables, la gran industria de bebidas está usando su influencia para desbaratar políticas que podrían salvar millones de vidas y miles de millones en costos de atención médica", dijo Verónica Schoj, Vicepresidenta de Alimentación y Nutrición de GHAI. "Nuestro informe revela la profundidad y amplitud de los esfuerzos de la industria para proteger sus ganancias a expensas de la salud pública".

El informe de GHAI insta a las y los responsables de políticas públicas, la sociedad civil y defensores de la salud a anticipar y contrarrestar las tácticas de la industria, a través de medidas basadas en evidencia, que prioricen la salud sobre las ganancias de la industria.

Para Carolina Piñeros este informe reitera lo que vive Colombia en materia de las acciones de las grandes transnacionales de la comida chatarra y es que siempre anteponen sus intereses y su lucro al bienestar y salud de la población, afectando de manera más grave de niñas, niños y adolescentes, pues ellas y ellos son los principales objetivos de sus estrategias de mercadeo.

 

*Con información de Redpapaz

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