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Foto | www.freepik.es | LA PATRIA | El entrenamiento de fuerza en el brazo del lado operado, puede resultar beneficioso para las pacientes sobrevivientes de cáncer de mama.
El entrenamiento de fuerza en mujeres que han superado un cáncer de mama, con una extirpación total del seno, contribuye a reducir la inflamación linfática, según un estudio publicado en la revista científica Healthcare.
El estudio, realizado por investigadores de las universidades de Burgos (España) y Sonora (México) y del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (España), monitorizó a 23 mujeres que, después de 10 semanas de entrenamientos, mostraron una reducción importante en la presencia de linfoedemas, unas inflamaciones molestas que afectan al brazo del lado que ha sufrido la cirugía.
Según informó la Universidad de Burgos, las mujeres de entre 42 y 74 años que, en los últimos cinco años habían pasado por una mastectomía radical, fueron sometidas a un programa de entrenamiento de fuerza durante 10 semanas, con un total de 20 sesiones de intensidad moderada.
Sus conclusiones en cáncer de mama
El resultado más llamativo estuvo asociado a los linfedemas, hinchazones de origen linfático en el brazo afectado, presentes al principio del estudio en 11 de las 23 mujeres (47,8%), que, tras las semanas de ejercicios de fuerza, se redujo a solo 5 casos (21,73%).
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El linfoedema es una inflamación producida por la acumulación de líquido linfático bajo la piel, algo que afecta al brazo del lado intervenido quirúrgicamente y que produce malestar en las personas que lo padecen.
De no ser tratado, el linfedema genera, además de la visible hinchazón, un entumecimiento, hormigueo, tirantez de la piel, sensación de pesadez y debilidad en la extremidad afectada.
En el proceso, los investigadores analizaron parámetros como la fuerza máxima, los perímetros y la composición corporal, y aunque no se encontraron diferencias significativas entre ambos lados del cuerpo, sí se observaron mejoras en la fuerza pectoral y de agarre manual, así como en la masa muscular y la masa corporal magra.
Los autores del estudio concluyen que el entrenamiento de fuerza presenta beneficios en la composición corporal, la fuerza y la incidencia de linfoedemas en mujeres con mastectomías, aunque también señalan que es necesario realizar más ensayos controlados con más muestras para validar estos hallazgos y mejorar la calidad de vida de estas mujeres.
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