El homicidio ocurrió frente al Megacolegio del barrio San Sebastián de Manizales.

Fotos | LA PATRIA

El homicidio ocurrió frente al Megacolegio del barrio San Sebastián de Manizales.

En menos de un mes, la Fiscalía judicializó a tres personas, señaladas de participar en un homicidio del año pasado en el barrio San Sebastián de Manizales.

Ya habían caído César y Fabián (ver recuadro). Y la semana pasada el turno fue para José Gustavo, de 30 años, aprehendido recientemente por intimidar o amenazar con arma blanca a una mujer. Fue enviado a prisión preventivamente el 8 de julio anterior.

Lo que hizo el ente acusador ahora fue vincularlo a un proceso por un crimen ocurrido el 15 de diciembre del año pasado, a las 8:36 de la mañana, dentro de una obra en construcción ubicada al frente del Megacolegio de San Sebastián.

El fallecido, Julián David Quintero Marín, de 33 años, estaba sentado en su sitio de trabajo, cuando fue abordado por dos sujetos armados, que le propinaron seis disparos en cráneo, cuello, brazo izquierdo, tórax y abdomen. Tuvo lesiones de órganos, lo que desencadenó en su muerte.

 

¿Qué pasa?

Para la Fiscalía, que imputó cargos al recién señalado, "estos hechos obedecen a actividades ilícitas que se han venido ejecutando en San Sebastián desde hace 18 años. Consiste, entre otras, en el manejo de tráfico de estupefacientes, extorsiones, préstamos gota a gota y cobro de vigilancia a esas obras en construcción".

"Es un grupo de delincuencia común y el cobro de vigilancia que realizan o realizaban para el momento de los hechos ascendía a la suma de $5 millones mensuales. Precisamente, ese 15 de diciembre anterior, quien era el dueño y regentaba todas esas actividades dentro de la obra era el hoy occiso. Antes de él lo hacía su hermano, Juan Camilo. Es decir, los hermanos Quintero llevaban a cabo esa actividad criminal", narró el ente acusador.

A José Gustavo le indicaron que su pena sería de 45 años y algo más por el porte de armas, pero si aceptaba cargos quedaba en 22 años y 11 meses. Dio el no.

 

Rencillas

"El móvil de la conducta también quedó claro. Para la Fiscalía, se trata de una rencilla por cobros de dinero, de extorsiones a obras en construcción, también por eventuales pagos de gota a gota y demás circunstancias paralelas por otro tipo de conductas que se venían realizando. Nos han llegado solicitudes de las constructoras, pues se ha evidenciado un interés de otros implicados en tomar el control de las obras públicas, como lo han hecho en el pasado con el megacolegio, la glorieta de San Sebastián, la cuarta etapa de los departamentos, entre otros".

Se expresó que hay información que indica que serían amigos de la Policía y no controlan, pero el ente acusador, por ahora le resta credibilidad a esa afirmación.

Se anotó que el hoy imputado debía estar para la fecha del asesinato en detención domiciliaria. Le pasaron revista y cuando los uniformados se iban a retirar, llegó el hombre e indicó que andaba donde una vecina.

Testigos mencionan como partícipes en el crimen a alias Tavo, Popeye, el Pisco. Este último habría ordenado matar a Juan David. Se darían posibles seguimientos a los Quintero y sus familiares.

"Por mi cabeza, Pisco y Tavo están ofreciendo $5 millones y un revólver. El día que asesinaron a Juan David se le llevaron un revólver calibre 38, plateado. Esa vez tenía $7 millones. El control de las obras empezó entre el 2006 y el 2007. Las rencillas con gente de otros barrios, por asumir el mando de eso, arrancaron entre el 2016 y el 2017. Eso llevó a que se generaran alianzas".

"Teníamos que hacernos fuerte, sin importar las consecuencias y quedando casi bajo control absoluto de todas las obras que salieran en San Sebastián, Santa Ana y alrededores. A finales del 2018 ya contábamos con casi el control de todo", explicó un testigo del ente acusador.

Incluso, se encargaban de decir quiénes podían trabajar en las construcciones. Al parecer, Pisco y Tavo se apoderaron del control y hacían a un lado a los demás. Uno de los que apartaron sería el hoy occiso, que se atrevió a enfrentarlos y darles la pelea, entre el 2021 y el 2022.

José Gustavo y alias Copete serían los que ejecutaron el asesinato de Julián David. Uno de ellos cojea de la pierna izquierda. "Pisco y un socio suyo son los que extorsionan y quienes deciden a quién matan. A Julián David lo asesinaron por quedarse con el cuidado de esa obra y del parqueadero. Hay gente que ha tenido que irse del sector".

Los declarantes están bajo protección del programa de testigos.

A José Gustavo le dictaron medida de aseguramiento. Quiere decir que apenas quede libre por el caso que actualmente está encerrado (intimidación o amenaza con arma), seguirá en prisión de cuenta de este nuevo proceso, pues es considerado un peligro para la sociedad, víctimas y testigos.

 

Las otras capturas

A mediados de agosto de este año, la Fiscalía detuvo a César y Fabián, señalados como autores intelectual y material, respectivamente, de un homicidio del 2023 y una tentativa de julio del 2024.

Les atribuyen la muerte, el 15 de diciembre del 2023, en los apartamentos del barrio San Sebastián, de Julián David Quintero Marín, de 33 años, a quien hirieron con arma de fuego. El fallecido salió de la cárcel en el 2018, tras pagar 9 años de condena, mediante sentencia anticipada por homicidio simple y porte ilegal de armas. En el momento de su muerte afrontaba otro proceso por tráfico de estupefacientes.

Y el atentado a bala contra Juan Camilo Quintero, el 22 de julio de este año, cerca del polideportivo de San Sebastián. El afectado está en una UCI, luchando por su vida. Medicina Legal indicó que se puso en grave riesgo su integridad.

Según la Fiscalía, César sería el autor intelectual de ambos casos, y Fabián, el material del primero.

De César se expresó que el 6 de febrero pasado quedó en libertad condicional, tras una condena de 4 años y 2 meses por concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. Estaba en un periodo de prueba de 19 meses y 29 días, tiempo durante el cual debía mostrar buena conducta. Es decir, su sentencia está vigente.

Al parecer, los atentados se habrían ordenado por disputas de microtráfico. César no aceptó cargos y la pena de la que le hablaron es de 45 años y 10 meses de cárcel.

Fabián tampoco avaló los señalamientos. Dijo: por ahora no voy a allanarme a los cargos, lo que indicaría que buscaría luego una negociación.

 


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