Un hombre que laboró en la Alcaldía de Manizales, durante el periodo de Carlos Mario Marín, reconoció que se quedó con cerca de $7 millones de arriendos que debían entrar a las arcas de la Asociación Cable Aéreo.

El excontratista además restituyó el dinero, lo que podría significar una rebaja de pena, pero ahora su defensa solicitará que lo declaren como inimputable, según se expuso el pasado martes durante la audiencia de formulación de acusación. Por eso no se da el nombre.

La Fiscalía lo señala de peculado por apropiación, luego de que se aprovechó de tres personas, quienes les consignaron el dinero en la cuenta personal o se lo entregaron en efectivo, confiando en que así pagarían sus obligaciones.

El primer caso correspondió al de un empresario, quien le entregó $2 millones $284 mil en dos consignaciones, entre el 2 de julio y el 3 de agosto del 2022, con el objetivo de adornar una góndola con las imágenes de un concierto.

A una mujer le recibió tres pagos por $2 millones 595 mil en total por el arrendamiento de un local en la Terminal de Transportes, dinero que también llegó a la misma cuenta del señalado. Posteriormente, de la tesorería la contactaron porque estaba en mora.

El tercer hecho corresponde a Manizales Artesana, situado en la estación Fundadores. El excontratista le recibió $1 millón 920 mil en efectivo, le dijo que él se encargaría de la consignación y luego le envió una foto del recibo. De la oficina jurídica la llamaron para decirle que también debía el pago.

Luego de que se denunciaron estas irregularidades, el hombre devolvió el dinero a los 15 días, que sumó $6 millones 799 mil. En la audiencia de imputación, en julio del año pasado, negó los cargos.

En la formulación de acusación, el señalado tampoco aceptó y continuará la audiencia preparatoria al juicio oral. Sin embargo, está pendiente un examen ante Medicina Legal, con lo que la defensa busca demostrar que es presuntamente inimputable.

En el periodo anterior

Durante la administración de Octavio Cardona, el hombre fue también contratista, esta vez, con el Instituto de Cultura y Turismo, con el que sumó dos contratos por cerca de $12 millones.