El señalado.

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El señalado.

LA PATRIA | MANIZALES

El 4 de septiembre pasado, poco le importó a Jeison Alberto que a esa hora de la noche en el coliseo cubierto de Neira hubiese público observando un partido de microfútbol.

Desenfundó un revólver calibre 32 y disparó contra Stiven Andrés, quien como pudo corrió hacia la cancha. Allí, su victimario lo alcanzó y lo impactó en la espalda. Cuando estaba en el piso quiso rematarlo, pero el arma no le disparó.

El desespero y el caos se apoderaron del sitio. La gente corrió por las gradas, mientras el agresor huyó del lugar. A la víctima la trasladaron hasta el hospital de Neira, donde fue atendido y le extrajeron el proyectil. Por fortuna, no tocó órganos vitales.

El caso generó alarma en la sociedad neirana. Como muchas veces ocurre en hechos de sangre, los problemas entre víctima y agresor vienen de tiempo atrás.

En los últimos tres años, ambos se enfrascaron en una guerra a muerte. Jeison no soportó que Stiven le reclamara por los malos tratos que este prodigaba a su pareja -hermana de Stiven-.

"Desde ese día me sentenció. Cada que me veía me tiraba con cuchillo o con machete e incluso un día me alcanzó a realizar unos disparos. Hasta esa noche en el coliseo que me vio y me tiró a matar sin importarle que hubiese más gente en el coliseo. Como pude esquivé esos disparos cuando salí a correr”, le narró Stiven a la Fiscalía.

"Vi que el tipo le disparó y estando en el piso quiso rematarlo pero el arma como que se le encascaró”, narró otro testigo, citado en la audiencia contra el posible agresor, a la que acudió LA PATRIA.

 

Agarrado

Luego de reunir elementos materiales probatorios, la Fiscalía de Neira solicitó orden de captura en contra del indiciado, que se hizo efectiva esta semana.

Ante el Juzgado con Función de Control de Garantía de esa población le imputaron tentativa de homicidio y porte de armas de fuego, cargos que no fueron aceptados por el procesado, quien trabaja como guarda de seguridad en una empresa en Manizales.

Por considerarlo un peligro para la comunidad y para la misma víctima, el fiscal solicitó que enviaran a la cárcel al sujeto, mientras se define si es culpable o no.

"Lo que está claro es que el procesado tiene acceso a armas de fuego y, por la forma en como sucedieron los hechos, al parecer acostumbra zanjar sus problemas de manera violenta”, narró el ente acusador en la audiencia.

La juez consideró que Jeison es un peligro y lo cobijó con medida de aseguramiento en centro de reclusión.

 


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