Vanesa Galeano, de 23 años, murió el pasado 20 de febrero, tras un deslizamiento en la vereda Los Cuervos, de Villamaría.

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Vanesa Galeano, de 23 años, murió el pasado 20 de febrero, tras un deslizamiento en la vereda Los Cuervos, de Villamaría.

15 días duró el viacrucis de la familia de Vanesa Galeano Ospina, de 23 años, en su intento por encontrar su cuerpo, luego de que miembros del Cuerpo de Bomberos de Villamaría reportó su hallazgo en la mañana de este viernes.

El capitán Jairo Alarcón, comandante de la institución, manifestó que esta semana se empezaron a encontrar las pertenencias de la joven, cerca de la quebrada hasta donde la tierra lanzó la casa, tras un deslizamiento que se registró el 20 de febrero, en la vereda Los Cuervos.

Con la ayuda de una oruga se siguió extrayendo tierra hasta que se ubicó un pozo, en donde estaba el cuerpo, y ante el avanzado estado de descomposición se procedió a una recuperación manual.

Ayer, las autoridades encontraron una gata muerta, mascota de la joven, y una moto, lo que empezó a dar pistas de su paradero.

Vanesa, de 23 años, tenía tres meses de embarazo, según su familia, pero su esposo lo desmintió. Ella se dedicaba a labores del hogar y a trabajar en fincas cercanas.

En medio de la tragedia, cuatro miembros de una familia perdieron sus vidas. Se trata de Jhon Alexánder Tobar Ospino, de 41 años; Luz Aida Marín López, de 40; Tiago Castaño Tobar, de 3 y Johan David Tobar Marín, de 11.

En las labores de búsqueda del último cuerpo participaron dos retroexcavadoras, una unidad canina y cerca de 15 uniformados de la Defensa Civil, la Policía, la Unidad de Gestión del Riesgo y el Cuerpo de Bomberos de Villamaría.

Esperaba un hijo

Vanesa era natural de Roldanillo (Valle del Cauca). La felicidad invadía a toda su familia, tenía tres meses de embarazo, ella y su pareja esperaban con ansias a ese hijo, por el que según su tía Zoraida Galeano habían luchado mucho.

La señora recordó a su sobrina, prácticamente hija, a la que crio desde los 6 años. Era una joven callada y servicial, dedicada al hogar y a las labores del campo ocasionalmente.

Aunque su familia está radicada especialmente en municipios del Valle, constantemente la visitaba. Su esposo se salvó de morir, pues trabajaba en Medellín. En Los Cuervos llegaron a pensar en otro desenlace fatal, dado que había dejado su motocicleta en la casa.

 


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