Foto | @PsicoterapeutaB | LA PATRIA
Andrés Felipe Ballesteros tomó ayer un vuelo de KLM de Dar es-Salam (Tanzania) a Ámsterdam (Países Bajos) y arribará hoy a las 2:00 p. m. al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá.
LA PATRIA | MANIZALES
La noticia que una familia de Anserma (Caldas), radicada desde hace años en Cali, venía esperando por algo más de 8 años se confirmó ayer, luego de anunciarse la liberación de Andrés Felipe Ballesteros Uribe, un joven que viajó a Tanzania (África) para celebrar su cumpleaños número 28 en el 2014, pero todo terminó convirtiéndose en un suplicio, luego de ser arrestado por las autoridades y permanecer encerrado en una prisión por el delito de narcotráfico, el cual nunca se le comprobó, pero por el que debió pagar ocho años.
Gracias a la gestión liderada por su hermano, Juan Carlos, y el periodista Andrés Giraldo, se permitió la liberación de Andrés, tras pagar una fianza de 50 millones de chelines tanzanos, alrededor de $120 millones, los cuales fueron recaudados a través de redes sociales. Además, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia se apersonó de su caso y logró el acuerdo de repatriación de Ballesteros.
El periplo que debió pasar encerrado
Primero, Ballesteros permaneció recluido en la cárcel de Keko, ubicada en Dar es-Salam, que es la ciudad más poblada de Tanzania. Desde agosto del 2014, cuando llegó al aeropuerto y las autoridades lo
acusaron de ingresar sobres ilegales, le abrieron un proceso por narcotráfico.
Juan Carlos narró la odisea de su hermano: “Él llegó con la ilusión de conocer esa tierra. En las calles, la Policía busca la manera de meterte en prisión si no puede sacarte dinero. Andrés era un joven inexperto sobre los daños que puede causar la gente”, relató.
Pasados cinco años, Andrés fue a juicio, en el 2019. Su hermano viajó hasta España, luego a Etiopía y finalmente a Tanzania para acompañarlo. En esa audiencia fue declarado inocente: lo absolvieron de los casos porque "todo fue un montaje policial" y quedó en libertad.
No obstante, las autoridades lo recapturaron por el mismo delito tres días después, sin contar con las pruebas para hacerlo. Durante su reclusión padeció de malaria cinco veces, debido a las precarias condiciones con las que deben lidiar los presos a diario en la penitenciaría de Keko.
Cambio físico tras quedar libre
Producto de todo ese período de tiempo que permaneció privado de su libertad, a Ballesteros le creció el cabello y su aspecto cambió por completo. En cuanto se supo que el joven ansermeño, hoy de 36 años, quedó libre, en Twitter se conoció una de las primeras imágenes de Ballesteros tras salir de su calvario.
Su hermano Juan Carlos, psicólogo de profesión, publicó en la red social el siguiente trino:
En la primera conversación que tuve con mi hermano Andrés se mostró preocupado por ayudar a sus amigos , nombró la necesidad que tiene cada uno. Su voz estaba revestida de alegría y solidaridad, habló de su tristeza por la compañera fallecida y de la felicidad por su libertad…
— Psicoterapeuta Juan Ballesteros (@PsicoterapeutaB) October 20, 2022
Arribará hoy a Colombia
Sobre el mediodía de ayer se confirmó que Ballesteros alcanzó a tomar el vuelo de la aerolínea KLM con ruta Dar Es-Salam (Tanzania) a Ámsterdam (Países Bajos). Eso quiere decir que el caldense llegará hoy al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá, sobre las 2:00 p. m., de no llegar a presentarse ningún contratiempo, y se reencontrará con su hermano, Juan Carlos, sus padres y sus dos hijos.
Así lo agradeció ayer Juan Carlos en sus redes sociales:
Mi hermano Andrés ya está próximo a abordar el avión que lo empieza a acercar a nuestra amada Colombia. Gracias Vladimir Fernández, Gracias Andrés Felipe Giraldo! Gracias Monica de Greiff, Gracias Cónsul Cesar Castro, Gracias a vosotros , todas las personas que nos acompañan! pic.twitter.com/tgbM4H6AQF
— Psicoterapeuta Juan Ballesteros (@PsicoterapeutaB) October 20, 2022
Diferencias legales con Tanzania
En esta nación africana, ubicada en la zona centro oriental del continente, hay una figura jurídica inexistente en Colombia, por la cual Andrés padeció un infierno. Allí una persona puede ser juzgada dos veces por los mismos hechos, y fue justo por eso que la Fiscalía de dicho país lo recapturó y envió nuevamente a un calabozo, pese a que ya lo habían declarado inocente.