LA PATRIA | MANIZALES

Luego de 2 años y 10 meses al frente de la Secretaría de Integración y Desarrollo Social de Caldas, Jorge Alberto Tovar Beltrán, renunció a su cargo. Dijo que la decisión se debió a motivos personales y que podrían estar relacionados a otros proyectos en el sector público.

Se autodenomina hijo adoptivo de Caldas y sale de su cargo con un cumplimiento de metas que le han merecido el reconocimiento de la comunidad y hasta de los diputados del departamento.

Según la información pública de la Gobernación, Tovar Beltrán cumplió con el 77,8 por ciento de las metas que se tenían pensadas para los cuatro años en el Plan de Desarrollo.

“Fueron muchos días de arduo trabajo con la gente, en múltiples reuniones, escuchando a las comunidades. Sé que en lo público y, sobretodo en lo social, nunca es suficiente, pero les digo a los caldenses que lo dimos todo y que seguramente el Gobernador y su nuevo equipo mantendrán esa premisa de poner primero a la gente”, manifestó.

Gestiones

El desde hoy exfuncionario destacó su liderazgo en el oriente y el Magdalena caldense y no ocultó el cariño que siente por La Dorada, a donde llegó con gestiones como los $400 millones destinados para remodelar por completo en Centro de Protección Juan María Noguera, además de su empeño por sacar adelante el Centro Vida, cuya obra física fue inaugurada hace menos de un mes y en la que se invirtieron unos $1.000 millones.

Allí también se vinculó activamente con las Juntas de Acción Comunal, a quienes apoyó en múltiples gestiones. También en los procesos de Juventud y con niños, niñas y madres gestantes. Las respaldó con el programa Nutriendo el Futuro. De sus más reconocidas apuestas, según líderes del puerto, fue la población con discapacidad, a la que semanalmente llevó productos de apoyo que buscaban mejorar su calidad de vida.

Programas de prevención del reclutamiento, de prevención al consumo, pero también de capacitación y formación para lideres sociales hicieron parte de su aporte. Tovar Beltrán indicó que respaldó la petición de navegabilidad del río Magdalena y la legalización de predios del sector de Buenavista, también en La Dorada. Fueron unos $4 mil millones destinados para la gestión social del puerto caldense.

"Se deja con nostalgia un cargo en el que realmente se pudo escuchar a la gente y apoyarla, en la medida de lo posible. Pero, desde la orilla en la que esté, seguiré trabajando por la paz, por la reconciliación, por el desarrollo integral de las comunidades que nos permitan consolidar territorios prósperos”, apuntó.