LA PATRIA | Manizales

El domingo 15 de diciembre a las 7:00 de la noche, mientras el país futbolero estaba pendiente de la final de la Copa Colombia. en el estadio Pascual Guerrero; en el hospital San Rafael, de Pereira, moría uno de los hinchas del Once Caldas, reconocido en Risaralda por su fidelidad y constancia.

Esta semana fueron sus honras fúnebres y como siempre lo dijo, su féretro fue vestido con la bandera de su equipo del alma y los cargueros llevaban puesta la camiseta de presentación del club.

En la cédula figuraba como Gerardo López López, pero todo Santa Rosa lo conoció como Jota. Era todo un personaje por su inagotable amor por la divisa del Blanca. La noticia de su muerte se regó como pólvora y las redes sociales se llenaron de comentarios de agradecimiento por haber sido un verdadero hincha.

En Sta Rosa hay un parche de oriental que sagradamente saca un bus de señores que van a todos los partidos del Once Caldas, hoy despidieron así a Jota, uno de los hinchas más conocidos del blanco en el pueblo🤍 pic.twitter.com/JM3079Etr0

— Carlos Piedrahíta 🍉 (@carlospiedra_11) December 17, 2024

Matriculado desde niño

Jota o Gerardo fue un enamorado del Once Caldas desde que era un pelao de pantalón corto. Nació en 1955 en Santa Rosa de Cabal y desde el inicio de los años sesenta se interesó por el fútbol al escuchar que su hermano mayor seguía de cerca la creación, nacimiento y debut del nuevo equipo profesional de Manizales.

La primera vez que lo llevaron al estadio Fernando Londoño Londoño, al inicio de los años setenta, se maravilló de la manera como jugaba el equipo que integraban Chalo González, 'Pecoso' Castro y Hugo Márquez, entre otros. "El no se acordaba bien de la fecha exacta, pero sí de lo impactante que le había parecido ver el estadio casi todo vestido de blanco. Esa imagen lo hizo feliz y por eso en su casa tenía una habitación llamada el Rincón Blanco, donde coleccionaba camisetas, colillas de boletas, trofeos y souvenirs de todo tipo con los colores del equipo del alma.

"Yo trabajaba de cajero en Bancolombia (36 años) de Santa Rosa y veía a un señor con camisetas del Once Caldas, hasta que no me aguanté y le pregunté si era hincha del Blanco y me dijo no solo soy hincha, soy el mejor, ahí empezamos una amistad en torno al amor por el equipo", precisó Cesar Villada, uno de los integrantes de la delegación santarrosana que acompaña al Once Caldas en todos los partidos que disputa en el Palogrande.

Siempre promovió llegar temprano al Palogrande para disfrutar la fiesta del fútbol de principio a fin. Como abonado de oriental general Jota (izq.) disfrutó con sus amigos los éxitos más grandes del Once Caldas.

Siempre en Santa Rosa

Jota trabajó toda la vida en Empocabal, hasta jubilarse, y aunque nunca se quiso ir del pueblo, amó a Manizales, se hizo coleccionista del semanario de fútbol Nuevo Estadio y nunca dejó de comprar LA PATRIA de los domingos, "porque sabía que algo traía del Once Caldas".

"Era feliz cada que íbamos a Manizales, salíamos cuatro o cinco horas antes de los partidos, llegábamos a comer tortas de carne, cerca de las residencias universitarias y entrábamos con tiempo al estadio para disfrutar del ambiente y la expectativa de cada partido. Nunca dejó de escuchar 'Estadio y multitudes' de Javier Giraldo y se disfrutó como niño chiquito todos los títulos del Blanco", así resume su vida de hincha su amigo Villada.

Además reconoció que tras verse en peligro en las calles de Pereira, perseguidos por hinchas hostiles, decidieron no volver al Matecaña. "Una señora nos salvó al entrarnos a su casa al ver que casi nos alcanzaba una turba de energúmenos que intentó agredirnos, porque un amigo llevaba una camiseta blanca, ese susto nos dejó claro que no podíamos volver por allá".

Y tenía razón, el grupo de orgullosos hinchas santarrosanos desde hace varios años está integrado, en su mayoría, por pensionados que nacieron cuando su municipio hacía parte del Gran Caldas y cuando se dio su fragmentación, decidieron jurarle fidelidad a su primer amor, el Once Caldas.

Jota mantenía orgullo diciendo que en Santa Rosa había más hinchas del Once Caldas que del Deportivo Pereira y que eso era demostrar que se es hincha de verdad. "Todos nos hicimos hinchas desde niños y moriremos así, sin soltar nuestro trapo"

Hace cerca de 18 meses Gerardo López López fue sometido a una cirugía de vesícula, "pero nunca volvió a ser el mismo, mantenía indispuesto. En mayo de este año vino muy regular de un viaje a Europa y se fue complicando, hasta que falleció de un cáncer de páncreas", preció su amigo, el cajero.

Quien precisa que seguirán acompañando al Once Caldas, en el Palogrande, ahora con la certeza de tener un refuerzo de lujo, que desde arriba va a apoyar más que de costumbre.

Con la bandera del "Blanco amado de Colombia", así fue despedido el hombre que hacía visible al Once Caldas en suelo risaraldense.

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