El 1 de julio del 2004, cuando el Once Caldas ganó la Copa Libertadores de América, Mateo García Rojas tenía 4 años.

Vivía en el barrio San Cristobal del Norte de Bogotá con Rodrigo y Carolina, sus padres. Aún no había nacido Tomás, su hermano.

Mateo, haciendo la pretemporada con el equipo, ve hoy cómo la ciudad, liderada por la barra La Banda del Eje, se prepara para celebrar el próximo lunes los 20 años de la obtención de la Libertadores.

Lo hace después de haber llegado a un acuerdo con el Club para venderle sus derechos económicos y renovar su contrato laboral por tres temporadas más.

"Es algo que me llena de mucho orgullo. Lo quería, mi intención era quedarme en el Once y hacer cosas importantes con el equipo. Le he cogido un cariño especial, no solo al equipo, sino a la ciudad. Es un paso en mi carrera, algo que soñé. Esto me llena de responsabilidad y compromiso", dijo el volante de recuperación.

Mateo, al lado de James Aguirre y Dayro Moreno, fue referente del Once Caldas en la Liga I, no solo por su rendimiento, sino también, por su sentido de pertenencia por la camiseta.

"Soy agradecido con el Club que le da de comer a mi familia. Y ese club es el Once Caldas. Llegamos y fue complejo, pero era por la falta de resultados. Empezamos, mejoramos y todo lo fuimos cambiando. Y todo eso se retribuye en cariño mutuo con los aficionados. Es un orgullo y un honor. Espero dejar en alto los colores del Once Caldas".

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El 5 de mayo pasado, Mateo dijo en la zona mixta que estaba viviendo un sueño: estaba jugando su primera temporada en primera división y estaba en semifinales de la Liga.

"Todavía lo estoy viviendo, siguen pasando cosas y bonitas. No me imaginaba que el Club comprara mis derechos así de rápido. Sigo viviendo ese sueño del que no me quiero despertar hasta que levantemos el título".

El bogotano valoró el equipo que se tuvo y los resultados que se lograron: "Cuando llegué no pensaba en la clasificación entre los ocho, no porque no lo viera, sino porque era una obligación. Teníamos buen equipo, sin nombres, pero con hombres. Llegamos con ganas y deseos. Vamos por la clasificación y, por lo menos, disputar la final".

Finalmente, valoró la base del equipo que hay hoy: "El compromiso ha sido el mismo siempre. Es el profe el que toma las decisiones en ese aspecto, está la base y muy buena y los que están llegando, llegan a ayudar a mejorar".

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