JUAN CARLOS LAYTON

LAPATRIA | MANIZALES

El Gobierno Nacional volvió a revivir la propuesta de sembrar robustas, café de menor calidad, en Colombia.

Después de unos cuatro años, desde que se conoció que la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) había iniciado la evaluación y pruebas experimentales para la introducción de diferentes materiales de ese clase de café, que se siembra en Brasil. Ayer el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, planteó la opción de producirlo y exportarlo en este país.

Durante su participación en el 90 Congreso Cafetero, Ocampo planteó cuatro enfoques sacar adelante la caficultura nacional. Entre ellas, sostuvo que Colombia cuenta con una oferta ambiental y social en la Orinoquía y en otras regiones, incluso algunas que son epicentros del conflicto, y que resultan adecuadas para cultivar esa clase de grano.

"Esta producción puede ser una alternativa económica para sustituir las importaciones de alrededor de 1,8 millones de sacos que entran al país para la producción de mezclas y de café soluble con destino al mercado nacional. También es una oportunidad para reemplazar cultivos ilícitos", dijo.

Las dudas

La propuesta no fue bien recibida en el seno del Congreso, máxima instancia del sector, al considerar que esto podría significar "darse un tiro en el pie", más cuando Colombia ha sido calificada como la nación con la mejor calidad y el café más suave del mundo.

Sin embargo, la justificación de Ocampo se centró en la importancia de tener en cuenta que la oferta de café robusta ha crecido a mayores tasas que la producción mundial, por lo que al cierre de 2021 representó el 44% de la oferta mundial de café, mientras a comienzos de siglo era el 33%.

También dijo que sería para una impulsar una caficultura diferente a la tradicional de altura, de la zona andina, dado que se propone como una nueva oferta para otros agricultores del país.

La coyuntura cafetera

Otra se las propuestas es la importancia de fortalecer la renovación de cafetales, ya que este año solo se han mejorado 48 mil 650 hectáreas, contra un promedio que anualmente se proyecta en 80 mil hectáreas.

Su propuesta es llegar a las 84 mil áreas, mediante la entrega de incentivos para la fertilización de la zoca de cafetales, así como la destinación de recursos provenientes del Incentivo a la Capitalización Rural (ICR) para la renovación por siembra de variedades resistentes a la roya.

LA PATRIA confirmó con asesores del Gobierno para asuntos cafeteros, que la meta sería entregar incentivos a 35 mil hectáreas, con un apoyo para la fertilización, debido a que se tendrían que zoquear. Las otras 49 mi hectáreas, serían a través de un crédito, hecho que también generó cuestionamientos, ante la dificultad del sector para endeudarse.

Fondo, requiere más plata

En su discurso, el ministro hizo un llamado respecto a la opción de aumentar la contribución cafetera, y que hoy es de 6 centavos de dólar por libra, ya que aseguró que se perdió la posibilidad de ahorrar recursos en los períodos de "vacas gordas", para contrarrestar las crisis de precios mediante el funcionamiento de un fondo solidario. Aunque sostuvo que el Fondo de Estabilización de Precios, que se creó en el 2019, buscó enmendar ese error histórico, aseveró que la tarea quedó muy incompleta.

Recordó el valor de las cosechas de este año, de unos $14,5 billones, y las de $11 billones en los últimos tres años. Al respecto dijo que si se hubiera aprovisionado al menos el 4% de ese valor durante cada año, hoy se tendrían recursos significativos, por más de $1,3 billones. "Los invito a reflexionar sobre esto durante las deliberaciones del Congreso".

Ventas a futuro

El ministro hizo el llamado sobre la necesidad de cumplir con las entregas pactadas de ventas de café a futuro, mecanismo que hoy está congelado, ante los incumplimientos este año.

Por ello, Ocampo planteó la opción de un plan para el fortalecimiento financiero, administrativo y del gobierno corporativo de las cooperativas de caficultores, con el apoyo de la Supersolidaria.

Los cafeteros celebraron el anuncio del ministro de mejorar los planes de renovación, pero insistieron en sus dudas de cómo se aplicará este mecanismo y de las dudas con el ICR. Al mismo tiempo mantuvieron su escepticismo de sembrar robustas en Colombia.

Los cuatro puntos propuestos por Minhacienda

1. Mejorar la productividad y rentabilidad del cultivo mediante la renovación de cafetales.

2. Consolidar los propósitos contemplados en el Fondo de Estabilización de Precios del Café.

3. Mitigar los efectos que han generado los retrasos en las ventas de café a futuro.

4- Expedir la regulación para la eventual exportación de cafés robusta producidos en el país.

Opinan

Luis Javier Trujillo, delegado por Tolima al Comité Nacional de Cafeteros

Me gusta la ayuda para renovar los cafetales. Sobre las robustas hay que hacer un estudio, pues preocupa que la gente se vaya por los cafés más baratos, se inunde el mercado, y se pierda la imagen de calidad del café colombiano.

Fáber Buitrago Patiño, delegado por el Quindío

Sería darnos un tiro en el pie, por la misma racionalidad económica de que a mayor café en el mundo, menos precios. El robustas genera un empleo por hectárea contra cinco del suave. Perder la imagen de calidad, luego de posicionarnos.

Eugenio Vélez Uribe, delegado por Caldas

No es algo nuevo, tiene muchos inconvenientes ante la calidad de nuestro café y el riesgo de que se afecte el diferencial de prima que recibe en el mercado. Si no hay mano de obra para las zonas cafeteras, cómo será en los llanos orientales.

No somos parte de eso

El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez Vallejo, reconoció que los cafés robustas son una propuesta interesante, que sigue en etapa experimental, sin embargo dijo: "No somos parte de eso, ni de la parte técnica ni de su implementación. Es interesante, pero tengo mis dudas sobre el impacto que esto pueda tener", sostuvo.