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El incremento salarial para el 2025 tendrá un fuerte impacto en todos los renglones de la economía del país.
LA PATRIA | Manizales
Mientras el país estaba en el conteo regresivo para el nacimiento del Niño Dios, el presidente, Gustavo Petro, decidió adelantarse y como regalo para los trabajadores del país, decretó un incremento del 9,54 % para el salario mínimo de 2025.
Tras varias semanas de negociaciones entre centrales obreras y gremios empresariales, sin que hubiese un acuerdo, Petro decidió el aumento, que generó polémica porque no se ajustó a lo sugerido por los empresarios y tampoco satisfizo a los sindicatos que esperaban un poco más.
El argumento de Petro
Al dar el anuncio, el presidente Gustavo Petro destacó que “la política del Gobierno de Colombia fue tan efectiva, que la elevación del precio de alimentos estuvo muy por debajo del promedio de inflación del país. Hemos crecido el salario mínimo real en Colombia entre 30 % y 35 % en los tres años que llevamos. Tenemos que hacer un mayor esfuerzo el año entrante”, a la par que destacó 1,6 millones de colombianos salieron de la pobreza con el aumento del mínimo y el control de la inflación.
Es el punto de partida
El salario mínimo es la base para aproximadamente 3’716.000 trabajadores que devengan ese ingreso mensual y quienes automáticamente recibirán ese ajuste salarial; también es la base para calcular el pago de trabajadores por horas, como empleadas del servicio doméstico.
Sin embargo, hay otros trabajadores que no verán el aumento directo del 9,54 %, como los empleados informales, pues no tienen contrato de ley; trabajadores independientes como contratistas por prestación de servicios, quienes deben esperar a la liquidación de su contrato para hacer ajustes; trabajadores que ganan más del salario mínimo, quienes pueden no tener un aumento o recibir un aumento por otro porcentaje, según lo estime su empleador, que normalmente se hace con base en el índice de precios del consumidor (IPC).
El incremento mirado con detalle
Con el aumento del 9,54 %, el mínimo pasa de $1’300.000 a $1’423.500, (aumento de $ 123.500), adicional el subsidio de transporte es de $ 200.000, dejando un ingreso base de $ 1’623.500.
Por otra parte, están los costos adicionales de las empresas: salud ($ 120.998), Pensión ($ 170.820), ARL ($ 99.076), caja de compensación ($ 56.940), cesantías ($ 135.238) e intereses ($ 16.235), prima de servicios ($ 135.238) y vacaciones ($ 59.360), lo que significa que el salario mínimo bruto es de $ 2’417.403.
Ojo que muchas otras cosas suben
A la par del mínimo, otros servicios tendrán ajustes tarifarios del 9,54 %, entre ellos las tarifas del Soat, las cuotas moderadoras que se cobran a los pacientes de las EPS, varias multas de tránsito, multas del Código Penal y de Policía, los trámites notariales y hasta las tarifas de subsidios.
El Gobierno Nacional anunció que actualizará el decreto que exime a más de 200 productos de esta indexación de incremento, lo que significaría un alivio adicional para los trabajadores del país.
Dardos desde esquinas distintas
Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dijo que “es una cifra realmente importante y significativa, para ir reduciendo la grave brecha salarial que los gobiernos neoliberales y proempresariales nos dejaron. Nos parece un buen resultado, un buen incremento y, obviamente, es un esfuerzo que hemos hecho los trabajadores”.
En cambio, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, advirtió que “las decisiones populistas terminan siendo fiesta de pocos días y hambre hacia el futuro. Casi siempre se trata de hacer anuncios que mucha gente puede celebrar, pero terminan generando inmensos costos para toda la sociedad, especialmente para los más vulnerables”.
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