El festival de arte urbano Pereira Querendona es quizás el proyecto de la corporación Khuyay que más impacto ha tenido en la capital risaraldense. Desde 2015 han pintado las calles y las paredes del municipio, exaltando las ánimas urbanas, apropiándose de las esquinas marginadas y enviando un mensaje a todos los transeúntes de expresión por medio del arte. 

El recorrido no ha sido sencillo. Gestionar año tras año los recursos para abrir convocatoria de artistas, para seleccionar los sitios a intervenir, para conseguir todos los insumos necesarios, los ha desvelado más de una noche. 

Pero en la constancia también han encontrado las formas de continuar siendo atractivos. En esa búsqueda constante de buscar nuevos muros para pintar, nació desde el 2023 el festival Herencia Cimarrona que se realiza en Santa Cecilia, un corregimiento de Pueblo Rico, Risaralda. 

“Herencia cimarrona nació gracias a una alianza que tenemos con un grupo de jóvenes de Santa Cecilia que se llama tal como el festival: Asociación herencias cimarrona. Ellos son jóvenes que trabajan en su territorio incrementando los espacios de participación de la juventud en su territorio”, cuenta Natalia Cano gestora cultural y líder de Khuyay. 

En la primera edición los artistas realizaron varios murales exaltando las tradiciones de la comunidad, resaltando la biodiversidad, y las formas de ganarse la vida como el oficio del barequeo. 

La segunda edición de este evento busca continuar la labor de reconocer el patrimonio cultural inmaterial de este territorio, el cual destaca por su riqueza en tradiciones, historia y diversidad.

Santa Cecilia es un lugar de gran valor cultural por la coexistencia de tres grupos étnicos: afrodescendientes, indígenas y mestizos. Esta diversidad ha dado lugar a un sincretismo cultural muy marcado, visible en las tradiciones, la música y la gastronomía de la región. 

Herencia cimarrona pone especial énfasis en destacar estos elementos, tales como los ritos mortuorios afrodescendientes y la importancia de la chirimía, no solo como expresión musical sino como símbolo de identidad cultural.

“También estarán presentes los elementos de la gastronomía que es donde se ve como es la fusión realmente de las tres etnias”, puntualiza Cano.

Además, este año, el festival se une al proyecto Policromía, una iniciativa que busca descentralizar los festivales de gráfica urbana en el Eje Cafetero, llevándolos a territorios periféricos como Santa Cecilia, Belalcázar (Caldas) y Buenavista (Quindío). 

Nueve artistas del ámbito nacional y regional participarán en este recorrido, aportando su arte a los tres municipios y conociendo las distintas expresiones culturales del eje cafetero.

El festival, que se realizará del 25 al 30 de octubre, contará con una rica programación que incluye intervenciones artísticas y procesos formativos. En esta edición, se enfocará en temas relacionados con la gastronomía, los ritos y la música del territorio. 

El proceso de creación se basará en narrativas locales, una metodología utilizada por los organizadores para garantizar la pertinencia de las obras artísticas con el contexto cultural.

Este evento es una celebración de la identidad cimarrona y una oportunidad para los jóvenes de la región de conectarse con su patrimonio, fortalecer sus lazos comunitarios y proyectar sus tradiciones a través del arte.

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