Fotos | LA PATRIA
El incendio afectó parte del techo de la edificación y la sacristía. Además, quemó un cuadro de la Virgen de Guadalupe, advocación mariana que el pasado 12 de diciembre conmemoraron los católicos.
LA PATRIA | MANIZALES
La parroquia de Nuestra Señora del Carmen, de Salento (Quindío), sufrió en la madrugada de este sábado, alrededor de las 2:30 a.m., un incendio causado por un cortocircuito. Principalmente, la conflagración afectó la nave lateral del templo, ubicado en el parque principal del turístico municipio.
Aunque la Diócesis de Armenia, sufragánea de la Arquidiócesis de Manizales, debió haber amanecido con celebraciones y alegría por el inicio de la Novena al Niño Dios y por cumplir 70 años de existencia, este aniversario llegó con una triste noticia para la grey quindiana.
El desastre no pasó a mayores gracias a la rápida respuesta del párroco y de sus colaboradores, quienes dieron aviso a los organismos de socorro tan pronto como se percataron de la situación. Los bomberos del municipio trabajaron por horas hasta lograr extinguir el fuego.
No obstante, la conflagración afectó parte del techo del templo, la sacristía y algunos elementos religiosos como lo es el cuadro de la Virgen de Guadalupe.
No es la primera emergencia que sufre
La parroquia de la Virgen del Carmen fue construida en 1850, hace 172 años, con madera de la palma de cera, árbol emblema de Salento y el Quindío, desde las columnas hasta el techo. Sin embargo, este material es muy poco usado en construcción, por lo que no se tienen desarrollados sistemas para garantizar su estabilidad.
Por esto, en la década de 1920, parte de la estructura del templo se desplomó a causa de varios temblores ocurridos en la región del Eje Cafetero. A causa de ello, el diseño de la edificación pasó de tener dos torres a una sola.
El dato
En el 2009, otro templo del Quindío sufrió una conflagración, pero incluso más grave. Se trató de la parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes, del municipio de Circasia, que en plena misa comenzó a incendiarse a causa de una veladora y con el catalizador de los materiales con que estaba construida -madera, bahareque y tapia- consumió casi la totalidad de la edificación.
Actualmente aún continúan las obras de reconstrucción de este templo, ubicado en el parque principal de Circasia, a unos 20 minutos de Armenia, la capital del Quindío.