Foto | Lector | LA PATRIA María Celina Martínez de Marín.  Hace un año nuestra esposa y madre fue invitada a los goces celestiales y nos dejó para recordarle por siempre sus enseñanzas, bendiciones y el amor, por toda la vida. Fue fructífero el paso, hasta sus 89 años, especialmente por la felicidad de vivir para la familia que la rodeó con inmenso respeto y afecto, porque lo mereció. Cultivó y produjo bienestar a su esposo, Evelio y a sus hijos Luz Helena, Aleyda, Beatriz, Duván, Alejandro, Walter y Andrés

Foto | Lector | LA PATRIA
María Celina Martínez de Marín.

Hace un año nuestra esposa y madre fue invitada a los goces celestiales y nos dejó para recordarle por siempre sus enseñanzas, bendiciones y el amor, por toda la vida.
Fue fructífero el paso, hasta sus 89 años, especialmente por la felicidad de vivir para la familia que la rodeó con inmenso respeto y afecto, porque lo mereció.
Cultivó y produjo bienestar a su esposo, Evelio y a sus hijos Luz Helena, Aleyda, Beatriz, Duván, Alejandro, Walter y Andrés. Le alcanzó para transmitir cariño a nietos, bisnietos, yernos, nueras y sobrinos, después de despedir a padres y hermanos que le antecedieron en el inevitable viaje eterno.
En una santa eucaristía el sábado 21 de octubre en el templo San Antonio María Claret, nos reencontramos, para recordar con una sonrisa en el espíritu, a un ser que nos ofreció tantas alegrías, consejos y dulzura.