Andrés Felipe Ramírez García, de 24 años. Estos hurones los decomisaron en agosto pasado, a otra persona, en el barrio Camilo Torres. También los vendía por Facebook.
LA PATRIA | MANIZALES
30 meses de condena, en libertad y con condiciones, pidió la Fiscalía para Andrés Felipe Ramírez García, de 24 años, acusado por tráfico de fauna, tras se sorprendido comercializando animales por Facebook, en Manizales.
Esto ocurrió tras un preacuerdo, en el que pasó de autor a cómplice, y en el que el ente acusador expresó "que se trató de pocos animales y que no fueron maltratados".
Sin embargo, el juez especializado decidió aplazar para el otro mes su decisión de avalar o no el pacto, pero antes advirtió que sí sufrió, pues fue sacado de su hábitat. "Por eso este tipo de procesos pasaron de los juzgados del circuito a los especializados, por su gravedad".
Los hechos se conocieron el 10 de marzo pasado, sobre las 5:00 de la tarde, cuando las autoridades recibieron información que daba cuenta de que por redes sociales se comercializaba un animal exótico denominado Uron. La Policía verificó y observó un perfil de Facebook donde lo ofrecían.
La Fiscalía le preguntó a la fuente humana si conocía más detalles y relató que el sujeto se identificada en su perfil como Andrés García, y que realizaría una venta en contados instantes en el sector aledaño a la Universidad Autónoma de Manizales.
Uniformados se desplazaron hasta allí e identificaron a alguien similar al de la foto de la red social, al lado de un Sandero blanco, de su propiedad. Indicó que esperaba a alguien y que dentro del automotor estaban un familiar y el hurón.
"Manifestó que el animal lo adquirió semanas atrás, en Medellín, pero que carecía de documentación que acreditara posesión o autorización para tenerlo. Dijo que no se requería nada de eso. La profesional Paula Patiño, de Corpocaldas, arribó al lugar, y aclaró que la tenencia de ese ejemplar de es ilegal. Decomisaron el hurón y capturaron al poseedor", narró el ente acusador.
Hugo León Rendón Mejía, de Corpocaldas, conceptuó que el ejemplar incautado pertenece a la fauna silvestre europea, no tiene distribución natural en el territorio nacional, por lo que es exótico y fue objeto de tráfico ilegal de especies al ser comercializado por redes sociales. Además, lo introdujeron al país de manera ilegal, poniendo en riesgo la fauna silvestre nativa y los ecosistemas locales.
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