Iván René Giraldo Lizarazo llegó hace tres años y medio a Manizales, proveniente de Bucaramanga. Labora como conductor de la empresa Socobuses y el pasado viernes 12 de julio se tomó todo el tiempo, en medio de un aguacero, para ayudar a una ciudadana.

Él cubría la ruta entre Villapilar y La Enea y hacia las 5:30 de la tarde, cuando llovía copiosamente, vio a una ciudadana en silla de ruedas esperando por su transporte, en la carrera 20 con calle 19.

Sin dudarlo, sin importar el trancón de la hora pico y la intolerancia e impaciencia de otros conductores pegados del pito, descendió del vehículo y organizó la rampa para ayudarle a subir.

Iván asegura que la mujer es una habitual pasajera y sabe que le causa nervios ascender en ese dispositivo, por lo que se aseguró de que todo estuviera en orden para que ella no perdiera la calma. Una vez asegurada, retomó la marcha y cumplió con el mismo protocolo para bajarla en su destino.

Pero para este conductor, de 29 años, ayudarles a personas con discapacidad o con movilidad reducida no es nada nuevo. Durante los pasados Juegos Nacionales y Paranacionales de noviembre, hasta sirvió de guía para un grupo de paratletas provenientes de Neiva (Huila).

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Una ciudadana vio la buena acción de Iván y quiso dejar la foto para la posteridad.

La costumbre de ayudar

Él indicó que cubría una ruta por Chipre, cuando vio hacia las 9:00 de la noche a las personas que habían salido a conocer a Manizales, con dificultades para abordar el servicio público.

Eran nueve, cinco en sillas de ruedas, por lo que se tomó todo el tiempo para ayudarles a ascender a la buseta, a acomodarse uno por uno en el pasillo y transportarlos hasta el sector del Cable.

Iván sostiene que en ocasiones hay pasajeros que se impacientan, pero la mayor intolerancia llega de otros conductores, por lo que les hizo un llamado para que se pongan en la posición de los otros, en especial, cuando debe recorrer calles estrechas.

Detenerse y armar el trancón tiene su justificación para ayudarle a algún pasajero a subirse o bajarse del vehículo. Pero en otras ocasiones, pese a que hay vías más amplias, los particulares invaden los paraderos.

Iván dice que seguirá ayudando siempre que pueda, quiere dar ejemplo para que otros ciudadanos y conductores les brinden el espacio y respeto necesario a quienes lo requieren.

Política de la empresa

Anny Fabiola Castro Reina, jefe de Mercadeo, Comunicación e Imagen de Socobuses, indica que la empresa cuenta con 374 vehículos y todos sus conductores se capacitan para saber atender a ciudadanos con discapacidades o con movilidad reducida.

Actualmente, 70 busetas cuentan con las plataformas que además pueden ser de utilidad para madres gestantes, adultos mayores, personas con lesiones, entre otros.

Esperan en corto plazo disponer de más mecanismos que ayuden a las personas discapacitadas a moverse con más facilidad, y pronto se iniciará un proyecto para que los empleados aprendan lenguaje de señas.

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