Biodiversidad en peligro

Foto | WWF | LA PATRIA Las poblaciones de especies de agua dulce son los que han sufrido un mayor declive -con una caída de hasta el 85 %-, seguidas por las terrestres -que han perdido el 69 %- y las marinas -hasta el 56 %-, según el nuevo informe de WWF. 

Autor

El nuevo informe Planeta Vivo de WWF alerta de una "catastrófica caída" del 73 % de la población de vertebrados en tan sólo 50 años, entre 1970 y 2020, y reclama un "enorme esfuerzo colectivo" durante los próximos cinco años para abordar la doble crisis climática y de la Naturaleza.

Las poblaciones de especies de agua dulce son los que han sufrido un mayor declive -con una caída de hasta el 85 %-, seguidas por las terrestres -que han perdido el 69 %- y las marinas -hasta el 56 %-.

Entre los ejemplos de animales especialmente afectados figuran las tortugas carey que, sólo en la isla Milman de la Gran Barrera de Coral australiana, perdieron el 57 % de sus hembras anidadoras entre 1990 y 2018 o los delfines tucuxi, los más pequeños, redujeron su número en un 75 % entre 1994 y 2016 en la reserva Mamirauá de la Amazonia brasileña.

Puntos de inflexión

En puertas de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) que se celebrará dentro de menos de dos semanas en Cali (Colombia), el documento muestra un panorama sombrío con un "sistema en peligro" a medida que el mundo se aproxima a "puntos de inflexión peligrosos e irreversibles, impulsados por la pérdida de la naturaleza y el cambio climático" que provocan cambios "sustanciales y potencialmente irreversibles".

El texto destaca el retroceso de la selva amazónica y la muerte masiva de arrecifes de coral, cuya desaparición "tendría consecuencias mucho más allá de sus inmediaciones y afectarían a la seguridad alimentaria y los recursos que sustentas a las personas".

Además, en el caso de la Amazonia, WWF recuerda que los focos de incendios "alcanzaron este mes de agosto su nivel más alto de los últimos 14 años".

Principales amenazas

Según el Índice Planeta Vivo (IPV) elaborado por la Sociedad Zoológica de Londres que analiza casi 35.000 tendencias poblacionales de prácticamente 5.500 especies entre 1970 y 2020, la amenaza "más señalada" es la degradación y pérdida de hábitats "impulsada principalmente por nuestro sistema alimentario", seguida por la sobreexplotación, las especies invasoras y las enfermedades.

En cuanto a la crisis climática, figura como "una amenaza adicional" para las poblaciones de vida silvestre en Iberoamérica y el Caribe, donde sufrieron una disminución promedio del 95 %.

WWF, que considera el IPV como "un indicador de alerta temprana del riesgo de extinción y la posible pérdida de ecosistemas saludables", recuerda los beneficios que proporciona a la humanidad un hábitat sano, incluyendo aire limpio, agua potable y suelos sanos para la alimentación.

La directora general de WWF Internacional, Kristen Schuijt, ha resumido la situación afirmando que "la Naturaleza está pidiendo auxilio" porque "las crisis vinculadas de la pérdida de naturaleza y el cambio climático están empujando a la vida silvestre y a los ecosistemas más allá de sus límites".

Buenas noticias

A pesar de todo, el documento registra también algunas buenas noticias, como la estabilización o el incremento de algunas poblaciones de especies gracias a los esfuerzos de conservación.

Entre los ejemplos aportados figura el retorno de las poblaciones de bisontes europeos a la Europa Central y el incremento, entre 2010 y 2016, de un 3 % de los gorilas de montaña en las montañas de Virunga en África oriental, si bien "los éxitos aislados no son suficientes" según el texto.

 Además, se hace eco de los "objetivos globales ambiciosos" para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, limitar la pérdida de biodiversidad y erradicar la pobreza, dentro de la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, aunque señala que los compromisos nacionales y las acciones reales sobre el terreno "todavía están muy lejos de lo que necesitamos".

Finalmente, llama la atención sobre la COP16 de Cali y también sobre la cumbre del cambio climático COP29 de Bakú (Azerbaiyán) que se celebrará en noviembre, definiéndolas como "una oportunidad para que los países estén a la altura del desafío".

Peticiones de WWF

Para Carlos Mauricio Herrera, director de Conservación y Gobernanza de WWF Colombia, "las acciones urgentes que se tomen en la COP16 y de aquí al 2030 son absolutamente cruciales para evitar que la Amazonía y los principales sistemas ecológicos del planeta lleguen a su punto de no retorno. Si fallamos, las consecuencias no solo devastarán la región, sino que se sentirán en todo el planeta. La Amazonía juega un papel crucial no solo como refugio de biodiversidad sino también como eje de la regulación climática regional y global, y su degradación afecta directamente nuestra posibilidad para mantenernos en un aumento de temperatura menor a 1.5 grados. Las cifras del Informe Planeta Vivo ya advierten del grave riesgo en el que se encuentra la región. Sin embargo, aún tenemos esperanza y posibilidades de revertir el punto de inflexión—es el momento de actuar, pero debemos aprovechar esta oportunidad con más ambición y un esfuerzo global unificado para proteger la Amazonía, el planeta y asegurar un futuro sostenible para todos.” 

 

WWF pide a los gobiernos a destinar un mayor financiamiento público y privado, que posibilite la acción a escala, y a alinear mejor sus políticas y acciones sobre clima, naturaleza y desarrollo sostenible. Tanto los gobiernos como las empresas deben actuar para eliminar rápidamente las actividades que tienen efectos negativos sobre la biodiversidad y el clima, y redirigir el financiamiento de prácticas nocivas a actividades que permitan alcanzar los objetivos globales. 

“Aunque la situación es desesperada, todavía no hemos superado el punto de no retorno. Contamos con acuerdos y soluciones globales para encaminar a la naturaleza hacia la recuperación al 2030, pero hasta ahora el progreso ha sido poco en la ejecución y falta un sentido de urgencia. Las decisiones que se tomen y las acciones que se emprendan durante los próximos cinco años serán cruciales para el futuro de la vida en la Tierra. El poder −y la oportunidad− de cambiar la trayectoria actual están en nuestras manos. Podemos restaurar nuestro planeta vivo si actuamos ahora”, añadió Schuijt.

Andrew Terry, director de Conservación y Políticas de ZSL, agregó que “el Índice Planeta Vivo destaca la pérdida continua de poblaciones de vida silvestre, y este adelgazamiento del árbol de la vida nos pone en riesgo de romper puntos de inflexión. No estamos atrapados en esta pérdida, sabemos qué hacer y sabemos que, si se le da la oportunidad, la naturaleza puede recuperarse; lo que necesitamos ahora es un aumento de la acción y la ambición. Tenemos cinco años para alcanzar compromisos internacionales para restaurar la naturaleza para 2030. Los líderes mundiales se reunirán pronto para la COP16, y necesitamos ver respuestas contundentes y una ampliación urgente de recursos para alcanzar esos compromisos y volver a situarnos en el camino hacia la recuperación”. 

 


Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y en nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos. 

 

Temas Destacados (etiquetas)