LA PATRIA | Manizales

La plenaria del Senado de la República hundió este lunes (16 de diciembre) la reforma política, una semana después de hacer lo mismo con la reforma tributaria. Ambos proyectos eran considerados fundamentales para el Gobierno nacional, encabezado por el presidente Gustavo Petro.

La sesión de este lunes era la última posibilidad para que la reforma política pudiera seguir su trámite en el Legislativo, pues debía superar cuatro debates hasta esta fecha y solo sumaba tres.

La iniciativa se ubicaba en el octavo lugar del orden del día del Senado, pero ni siquiera fue discutida, pues la sesión se levantó desde antes por falta de quorum.

Pese a que el documento de la reforma política ya había sido votado en la Cámara de Representantes, en el Senado no contaba con tanta aceptación. Por esto, el Ejecutivo buscaba que se acogiera el articulado ya discutido, tal como llegaba, así como lo hizo con la reforma pensional, que sí logró superar su paso por el Congreso.

“Me parece que lo que sucedió es lamentable porque prácticamente la mesa directiva mató por asfixia una reforma política que es absolutamente indispensable para el país”, dijo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

Asimismo, reiteró que el Gobierno seguirá insistiendo en la transformación del sistema político colombiano, al que considera sin legitimidad ni credibilidad. "La gente tiene que entender que este sistema es inviable y si no lo cambiamos vamos a estar asistiendo cada determinado tiempo, independientemente de quien esté en el Gobierno, a escándalos de corrupción”, agregó.

Los pilares del proyecto de reforma política*

El proyecto de acto legislativo de reforma política propuesto por el Gobierno nacional se fundamentaba en tres pilares:

1. Democracia interna y participación electoral de los partidos y movimientos políticos con listas cerradas para elecciones a corporaciones públicas.
2. Transparencia en el ejercicio de la política.
3. Arquitectura institucional para garantizar una autoridad electoral estable e independiente de la política partidista.

Sobre la financiación de las campañas políticas se pretendía que esta fuera predominantemente estatal. Además, los partidos tendrían que conformar listas cerradas con garantía de equidad de género para aspirantes al Congreso, asambleas departamentales y concejos municipales.

Otro aspecto clave de la reforma era la modificación en el proceso de elección de los magistrados de la autoridad electoral para fortalecer su independencia frente a los partidos. En el articulado se establecía que las altas cortes presentaran dos ternas y el Congreso una, y sería el Legislativo el que elegiría a los magistrados.

*Con información del Ministerio del Interior.

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