Hernando José Gómez Restrepo

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Hernando José Gómez Restrepo, exjefe negociador del TLC con Estados Unidos.

LA PATRIA | MANIZALES

En una situación frágil. Así quedaron las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, después del enfrentamiento del domingo pasado entre ambas naciones, luego de que el presidente Petro decidió devolver dos vuelos que venían de esa nación con colombianos deportados.

Por esta razón, para el exjefe negociador del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Hernando José Gómez, aún persisten las dudas de lo que puede pasar con el principal mercado colombiano y con el crecimiento nacional, que estaba comenzando a recuperarse. En diálogo con LA PATRIA, el experto analizó los efectos.

Los aranceles

¿Cómo analiza este choque entre ambos gobiernos y que hubiera podido pasar?

Hubiera sido un desastre, estuvimos al borde del abismo, menos mal algunas personas hicieron entrar en razón al presidente Petro, puesto que perder de buenas a primeras nuestro principal mercado de café, de flores, banano, petróleo, hubiera sido demasiado grave. Este no se sustituye así de fácil. Si un estadounidense le dicen que tiene que pagar un 25% de arancel sobre el café colombiano, inmediatamente se va y lo busca en Costa Rica, Guatemala, en Ecuador, en cualquier otro sitio.

Es decir, ¿comenzaría una sustitución de productos locales?

Puede que no sea sustituir todo, pero empiezan a hacerlo o deciden pagar menos para no asumir al arancel, porque así es como opera el mercado internacional. Entonces, hubiera habido una sustitución muy rápida en contra nuestra y también menores precios pagados por nuestros productos. Imagínese las implicaciones para Caldas, para el Huila, el Cauca o Nariño.

Además, Petro habló de aumentar aranceles para los productos provenientes de EE.UU. ¿Cómo lo vio?

Eso es darse un tiro en el pie, porque el comercio de Colombia es complementario, en el sentido de que exportamos materias primas y bienes básicos e importamos bienes de capital, bienes intermedios y maíz y soya. Hubiera sido terrible para la inversión, imagínese a una empresa que de un día para otro tenga que pagar un 25% más sobre su principal materia prima o sobre la maquinaria que va a adquirir.

 

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Los riesgos

Además de encarecer los productos nacionales...

Claro, no solo era el 25% de las importaciones del arancel, sino una devaluación de quién sabe cuánto que encarecería todas las importaciones del sector productivo. El empresario que produce pollo o está en la actividad porcícola, por ejemplo, viendo que el 40% de sus costos son materia prima se lo traslada al consumidor. El impacto sobre la inflación y la capacidad adquisitiva del consumidor hubiera sido nefasta.

¿Qué hubiera pasado con los bancos internacionales?

Ante el peligro de que esto se hubiera seguido escalando habrían descargado todas sus posiciones de TES (Títulos de Tesorería) a los mercados y eso los hubiera abaratado dramáticamente, porque en el fondo equivale a incrementar las tasas de interés de la deuda colombiana. Entonces, cuando el gobierno colombiano volviera a salir al mercado internacional, en vez del 8% o 10% le hubiera costado mucho más colocar bonos. Con ello el costo del servicio a la deuda externa también se hubiera trepado y para evitar salidas de capitales al Banco de la República le hubiera tocado reversar el proceso de baja de tasas de interés, golpeando la economía. Fedesarrollo estimó que con esto hubiéramos crecido solo un 2% y hasta menos.

Con este efecto, muchos volvieron a hablar de la necesidad de diversificar los mercados...

Llevamos 40 años hablando lo mismo, pero no hemos sido capaces porque tenemos que producir cosas que compren en otros lados, y eso implica no solo calidad y productividad sino diferenciación de productos para atender mercados diferentes. Nadie nos va a comprar por caridad. Nos compran si tenemos el mejor precio y el mejor producto. Claro que hay que pensar seriamente en diversificar, pero eso nos demuestra que todo lo que hemos hecho ha servido muy poquito.

 

Aprovechar los mercados

Además de la alta dependencia económica con EE.UU...

Indudablemente estamos sobreexpuestos con EE.UU. Ojalá pudiéramos exportarle más a los europeos, a los canadienses con quienes también tenemos Tratado de Libre Comercio, pero esos son esfuerzos que hay que hacer conjuntos entre el sector público y el privado, y adaptar nuestra oferta exportable. No pensar que el mismo producto que se vende en EE.UU. se vende igualito en Canadá. No, hay que investigar los mercados, los gustos de los consumidores, los procesos de comercialización y, para serle franco, en eso hemos sido muy malos, y si no hay vocación exportadora es muy complicado.

En contraste, usted también ha dicho que no es pelear con EE.UU., sino aprovecharlo más...

Exactamente, si nos dedicáramos a aprovechar bien ese TLC, estaríamos vendiendo lo que quisiéramos, así como han hecho otras naciones. Entonces sería una gran tontería pelear con el mayor mercado que tenemos. Lo que pasa es que, como lo han dicho coloquialmente, si Petro no deja a un lado su celular se generan situaciones terribles. No se puede gobernar por Twitter (hoy X), y mucho menos las relaciones internacionales. Hay que manejarlas con cuidado.

¿Le faltó diplomacia o fue más su afán de defender a los colombianos?

No sé, pero es que uno no reacciona como gallito fino ante las situaciones de crisis. Para ser claro, lo del domingo fue de no creer, porque ya ha habido más de 400 vuelos desde la época Biden, y una buena parte durante la administración de Petro. Es legítimo preocuparse por un trato digno para con nuestros connacionales deportados, pero la reacción debe ser pensada y adoptada de manera estratégica. No tenía sentido tomar la decisión ante unos vuelos que ya estaban aprobados por las autoridades colombianas. El gobierno estadounidense no puede entender eso. Muy distinto a lo que hicieron los brasileros, que filmaron el estado en que venían las personas y luego la Cancillería puso cartas de protestas, requiriendo el cumplimiento de algunos protocolos para estas deportaciones. Hay canales diplomáticos para hacer estas cosas.

 

¿Y el crecimiento?

Ante estos problemas y el hecho de estar en un año prelectoral ¿cómo ve este año en materia de crecimiento?

El país empezó con una leve recuperación y todos estábamos esperando pasar del 2% al 3%. La inversión empezaba a mostrar pequeños signos de recuperación, y con la baja de la tasa de interés del Banco de la República y la baja de la inflación la idea era que tendríamos un mejor año. Obviamente, con todo esto, seguramente habrá gente que decide más bien postergar sus inversiones para ver qué puede pasar con las relaciones con los EE.UU., que quedaron en una situación frágil. Si Petro fuera menos impulsivo y más discreto, de pronto podríamos alcanzar esas metas que se habían planteado.

 

La frase

El problema es que se empieza a calentar el ambiente electoral y en el desespero por tratar de mantener el poder quién sabe qué cosas se pueda inventar el Pacto Histórico. El caso es que este fue un muy mal comienzo de esta época prelectoral, porque deja un mal sabor de lo que puede ocurrir en el resto del año.

 


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