Fotos | EFE | LA PATRIA María Gaitán Valencia, nieta del caudillo Jorge Eliécer Gaitán y directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), habla durante una entrevista con EFE en Bogotá.
Ovidio Castro Medina
EFE | LA PATRIA | Bogotá
75 años después del fatídico 9 de abril de 1948, en el que Colombia se partió en dos por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, su pensamiento político y social siguen vigentes, especialmente en los tiempos de cambio que vive el país, asegura su nieta María Gaitán Valencia.
Ese día, tres disparos de Juan Roa Sierra y el grito de "Mataron a Gaitán" recorrieron Bogotá y sumergieron al país en una espiral de violencia de la cual no ha podido salir.
"Yo creo que el pensamiento de Jorge Eliécer Gaitán no solamente está vigente sino muy presente", dice en una entrevista con EFE la nieta de Gaitán quien invirtió sus apellidos -Valencia Gaitán por Gaitán Valencia- como un "acto de resistencia".
María Gaitán Valencia es la directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), creado en 2011 para la recepción, recuperación, conservación, compilación y análisis de todo el material documental relativo a las violaciones ocurridas con ocasión del conflicto armado.
Esperanza de cambio
Gaitán Valencia, experta en renovación urbana y autora de documentales sobre su abuelo como "¡Gaitán, sí!", asegura que el legado del caudillo está vigente porque por generaciones se ha hablado de "esperanza del cambio con Jorge Eliécer Gaitán y el gaitanismo".
"Y está presente porque está en el corazón de todas las generaciones que hemos vivido la escucha de nuestros ancestros frente a lo que se vivió en los años 40, pero también vigente porque los cambios que buscaba el gaitanismo con Gaitán como líder, son los que el país le adeuda al pueblo colombiano", dice.
El gaitanismo estaba constituido por sectores populares que tras el asesinato de su líder saquearon e incendiaron la capital, asonada conocida como "El Bogotazo" o "El 9 de abril".
Esas trágicas horas se saldaron con la intervención del Ejército y dejaron por lo menos 550 muertos, según los periódicos de la época, cifra que investigadores elevan a más de 2.000.
Para Gaitán, experta en renovación urbana, la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia abrió una "nueva ventana hacia la esperanza y hacia el cambio, una ventana que empezó a construir Gaitán en el siglo XX pero cuando ya estaba llegando a la victoria (como candidato presidencial) fue asesinado".
Jorge Eliécer, abogado y orador brillante, fue tiroteado a la 1.05 de la tarde cuando salía de su oficina, ubicada en un edificio del centro de Bogotá, y la capital se convirtió en epicentro de una revuelta popular que linchó a Roa Sierra, de manera que nunca se pudo saber si actuó solo o mandado por alguien.
Gaitán, víctima del conflicto
A Gaitán Valencia no le cabe duda de que los verdaderos responsables del asesinato de su abuelo fueron las elites del país.
"Lo asesinaron las elites colombianas, las oligarquías liberales y conservadoras en alianza con intereses internacionales sobre todo de Estados Unidos, con el propósito de no permitir que el pueblo llegara al poder (...), que el pueblo pudiera acudir a los derechos que se merece y que le han sido denegados no solamente por décadas sino por siglos", asegura.
Y va más allá: "Gaitán hace parte de los crímenes cometidos durante los orígenes del conflicto. Gaitán es una víctima más de los asesinatos que venían cometiendo desde el Estado" con la complicidad de la Policía de la época.
La heredera no duda en afirmar que quienes se beneficiaron de la muerte de Gaitán se convirtieron en "cómplices del conflicto" y para ella son las elites que manejan el poder y "Estados Unidos, que siempre ha tenido unos intereses económicos muy fuertes en Colombia".
El archivo
Para Gaitán Valencia, su abuelo luchó por la restauración moral y democrática de la república y eso es "inminente en nuestros días".
"Es fundamental saber quién dio la orden y no solamente con el asesinato de Gaitán sino con los millones y millones de asesinatos" ocurridos en Colombia, reclama.
En su opinión, esa es la única manera de iniciar una memoria histórica "no como fantasma del pasado, sino como brújula del futuro".
Gaitán Valencia, que custodia un archivo que incluye más de 270.000 folios de correspondencia entre "el pueblo colombiano y Jorge Eliécer Gaitán", explica que el caudillo nunca dejó de contestar cada una de las cartas y telegramas que recibía de la gente.
"Ahí pasé a entender el diálogo que él construyó y empezó a entretejer con el pueblo colombiano (...) cuando fue asesinado Colombia era fundamentalmente gaitanista porque él había logrado tejer una sociedad que buscaba el cambio, que buscaba la restauración moral y democrática de la república", apostilla.
Para la nieta de Gaitán su abuelo fue "un hombre de escucha y esa escucha le permitió ser intérprete de las necesidades, de los intereses, de los dolores, de los imaginarios y de las necesidades fundamentales que necesitaba el pueblo colombiano y que las sigue necesitando".