La disponibilidad de recursos para continuar con el mantenimiento y la construcción de lo que falta y de las nuevas obras que se requieren de la Autopista del Café durante los próximos años provendrá de lo que se recaude en los peajes instalados a lo largo de la vía. No habrá plata adicional del Gobierno nacional. Otros recursos se podrían tener si se determina hacer un derrame de valorización. Falta ver si la región estaría dispuesta a pagar esta contribución.  
Por un desfase en el recaudo de los peajes, a principios del siglo se le  adicionó a los ingresos del contrato lo que se recibe en el peaje Corozal, de la vía Calarcá-La Paila, más conocida como El Alambrado. Odinsa, que es el contratista, está interesado bajo la figura de Inversionista Privado (IP) en continuar atendiendo la vía por otros 30 años.     
La propuesta inicial de las obras que realizaría el constructor no fue aceptada, especialmente por los departamentos de Caldas y Risaralda, debido a que un altísimo porcentaje  de los recursos se destinarían a la construcción de la variante a Calarcá y la doble calzada de la vía a El Alambrado. Obra en la que el Gobierno tiene mucho interés.
Han sido muchas las socializaciones  de la propuesta de Odinsa, sin llegar a ninguna conclusión. Cada región defiende su posición pidiendo más obras. Además, Caldas está solicitando  la eliminación de unos peajes, petición  razonable, pero hay que tener en cuenta que menos peajes significa menos obras. Quindío está quieto, al fin y al cabo es el mayor beneficiado de la propuesta. Hay que destacar que hay un actor oculto, que al final puede generar ruido, que es el Valle del Cauca. 
Para febrero próximo se tiene programado un nuevo foro con la comunidad. Para evitar que pase lo mismo que en los anteriores, es importante que los gobernadores de los tres departamentos, que son los voceros autorizados del Gobierno nacional, presenten una propuesta de  las obras. Para esto se requiere que se sienten con Odinsa y revisen los recursos disponibles, y con esta base puedan acordar lo que es posible hacer.  
La propuesta de IP Conexión Centro está en alto riesgo. El Gobierno ha manifestado que aceptará lo que la comunidad decida. Si no hay acuerdo, ante el panorama económico el Gobierno, acogiéndose a la disculpa de que hizo todo lo posible para que la comunidad fijara una posición, tomará el manejo  de los peajes, sin ninguna modificación, y se los entregará a Invías para que se encargue del mantenimiento de la autopista.  Muy seguramente no habrá  obras adicionales y una gran parte de los recursos recaudados por los peajes se destinará a la construcción y  mantenimiento de otras carreteras del país.    
Henry Gutiérrez, como vocero de la región, tendrá que mostrar su liderazgo y su capacidad de gestión para evitar que la obra pase a manos del Invías, para lo que requerirá la ayuda del exministro de Transporte, hoy alcalde de nuestra ciudad, quien además de conocer ampliamente  el sector y a los constructores,  es muy cercano  a los departamentos de Quindío y Risaralda.  A propósito, la percepción de la comunidad es que él ha estado ajeno al proceso.