En una sociedad ensimismada en las actividades y temas que causan polémicas, con los que se está de acuerdo o no, hablar de personas que son importantes para una sociedad pasa a segundo plano. Pero eso no importa; el tema sigue siendo importante y es la base fundamental de buena parte del engranaje social.

Don Efraim Osorio López escribió: “…en el artículo en que habla de los profesionales del derecho, el columnista Flavio Restrepo Gómez dice: “Hablamos del noble arte del Derecho...” (LA PATRIA, 17/10/2024). El derecho no es un ‘arte’, es una ‘ciencia’....”.

Domina el español, pero no el Derecho. Si lo conociera, entonces sabría que son muchos los autores importantes y pensadores de trascendencia que lo tienen como arte y no como ciencia. Como todo arte, se sirve de las ciencias para darle a una actividad que tiene todas las variables humanas, algunas bases que sean fundamentales en su conocimiento.

Ya lo había dicho Arthur Schopenhauer en su libro “El arte de tener razón”. No es fácil, la verdad sea dicha, pero uno debe trabajar en eso toda la vida, para intentar lograrlo. Decía en su libro, que “en una escena trivial y cotidiana de la comedia humana, el afán por tener razón o, mejor, porque nos den la razón en una disputa. Esto lo vivimos a diario, en el campo académico, en los debates políticos, en las contiendas judiciales, o en la vida familiar y social. Y una disputa, una discusión es un yunque de prueba donde inevitablemente se muestra el temple y la calidad de nuestro acero intelectual y moral”.

Sobre eso escribieron entre oros Raúl Carrancá y Rivas en su libro: “El Arte del Derecho”, master juris. Franceso Carnelutti, en su obra Ius in Perpetuum, “El Arte del Derecho, seis meditaciones sobre el Derecho”. Juan de Dios González Ibarra: “El arte del Derecho”. Agréguele “Razonamiento jurídico, Arte del Derecho y técnica jurídica” de V/Lex, además de "Arte del Derecho", del latín ius est ars boni et aequi”.

Lo defienden como arte Rubén Martínez Dalmau; Tomás de Aquino “El arte es el recto ordenamiento de la razón”, Max Dvorak y Jhon Ruskin. Gabriel Mora Restrepo en “Ciencia Jurídica y Arte del Derecho – Rca”. Ricardo Lorenzetti: “Arte de Hacer Justicia”. Mercedes Cabrera con “El arte del Derecho”; Carlos Enrique Pettoruti: “El arte del derecho”. También están: Hans Kelsen, Herbert Lionel Adolphus Hart, Norberto Bobbio, John Austin, Ronald Myles Dworkin, Carl Schmitt, Joseph Raz, Jeremy Bentham, Immanuel Kant, Maximilian Carl Emil Weber y Giorgio Del Vecchio entre mucho otros más. De manera que para mí el Derecho es un arte, aunque para Don Efraim sea una ciencia.

Pero hablo de él, por su dominio de la lengua, en lo que es un maestro que sabe todo, alguien de quien tenemos que aprender los que no lo dominamos, cuando leemos sus artículos, sacados de una observación rigurosa y con lupa, de los mismos; con su gramática, su puntuación, con sus comas y sus puntos; sus por qué y sus porqué, que como el ay, ahí y hay se confunden frecuentemente. Agreguemos que todos incluye a todas, aunque todas no incluya a todos, sin que exista el todes o tod@s; que el muslo, no tiene “musla”, ni la hembra tiene “hembro”; ni la tibia, no tiene “tibio”. Existen muchos otros términos, que quieren popularizar como correctos, algunos grupos sociales existentes.

Por el absoluto dominio del idioma que tiene, por sus enseñanzas con los gazapos y errores que pone en evidencia en su artículo semanal, Don Efraim Osorio López, merece toda nuestra admiración y todo nuestro aplauso.