En el anterior artículo, por un error se escribió el nombre de Norman Salazar, en el lugar que le correspondía al Doctor Norman Ramírez. Pido disculpas y hago el reconocimiento al Doctor Ramírez, que ha sido un hombre paradigmático en el ejercicio del arte de la Medicina, además de haber sido brillante en el proceso de enseñarla.

Hoy vamos a hablar de una persona que ha sido superior a todas las dificultades y se ha mantenido consciente, a pesar de los duros golpes de la vida.

Hace muchos años ya, la ciudad contaba con un hombre ejemplar, que no solo tuvo importancia política, sino que además, se preocupó por la labor social y periodística.

Fue así como un día se hizo propietario del diario La Patria y lo condujo por el camino del éxito como periódico independiente y libre. José Restrepo Restrepo conformó una familia con doña Sara Restrepo, matrimonio del cual tuvieron seis hijos: Cecilia, Alejandro, Martha Lucía, Luis José, Mireya y María Victoria. De ellos ya han fallecido Luis José y Alejandro.

Resaltaron por las actividades que tuvieron, Luis José, que fue además de empresario, director del periódico durante varios años, cargo en el que lo reemplazó su hijo, Nicolas Restrepo Escobar, quien lamentablemente murió el 1 de noviembre del 2023, después de un largo período en la Dirección del periódico y de una penosa enfermedad.

Don José tenía su casa en la carrera 23 # 59-70, en el sector de bajada al barrio La Estrella. Un día resolvió donarlo a la Arquidiócesis de Manizales con el fin exclusivo de servir como lugar para acoger a personas en situación de vulnerabilidad.

No podía ser vendida, ni canjeada, pero en la Arquidiócesis había un cura importante, que sin saber cómo, ni por qué, la entregó a una persona, probablemente familiar suyo, para que este terminara por construir en esa propiedad el Multicentro Estrella. Sobre los detalles de este personaje no es mucho lo que hay que hablar, es bien conocido en Manizales.

Doña Cecilia Restrepo siempre ha sido una mujer distinguida en todos los sectores de Manizales, tuvo relación con la escogencia y patrocinio de las reinas de Caldas para el Concurso Nacional de Belleza; pero especialmente por sus múltiples labores sociales de forma silenciosa, de las cuales fueron muchas personas las que se vieron favorecidas sin que a ella le importara hacer alarde de su obra.

La conocí en 1973, cuando llegué a la ciudad para comenzar mis estudios en la Universidad de Caldas.

Desde entonces mantuvimos una buena y cercana relación, que me hizo conocerla bien y saber aspectos de su vida que no eran del conocimiento público, en los cuales era prístina y cristalina, con la transparencia de una ventana sin vidrio.

Por las cosas del destino tuvo un accidente cerebro vascular, al que ha logrado sobreponerse con dignidad y valentía. Ella sigue su vida con la misma energía de siempre desde su silla de ruedas y la dificultad que eso representa, sin que se le escuche una queja.

Personas como Doña Cecilia Restrepo son el claro ejemplo de lo que son aquellos seres humanos que merecen todo el aplauso y admiración de la gente. Un abrazo fuerte para ella y un agradecimiento eterno por su amistad.