Una idea que ha rondado la ciudad desde hace años es la construcción de un planetario, del cual hay estudios a nivel académico guardados en los anaqueles de las universidades. ¿Y por qué un planetario? Porque siendo Manizales una ciudad educadora por excelencia se merece un centro cultural y recreativo de primer orden que complemente con sus actividades la educación formal que se imparte en los centros de enseñanza públicos y privados, para que aprendan sobre temas de ciencias naturales, de una manera tal que los niños y jóvenes nunca olviden la experiencia sin igual, de navegar y descubrir el cosmos en forma didáctica desde una silla.
Un planetario no solo es un juego de proyectores de video para presentar en una pantalla en forma de cúpula los movimientos de las constelaciones, galaxias y demás fenómenos y cuerpos celestes del universo, sus simulaciones de movimientos en tiempos pasados o futuros, sino que es un centro de difusión y entretenimiento cultural que impacta a la juventud a través de la profundización del conocimiento en temas de astronomía, matemáticas, geometría y ciencias naturales, que con los descubrimientos del universo cada día más sorprendentes mediante los telescopios modernos de la NASA y debido a la inmensa documentación existente, se fomenta la investigación, el conocimiento científico y tecnológico. Las actividades que desarrollan los planetarios son fuente para estimular a los jóvenes en aumentar su imaginación, su capacidad creativa y cognitiva, su sensibilidad con el entorno y su curiosidad por el cosmos.
Este nuevo edificio de entretenimiento con vocación científica podría construirse en el Parque Los Yarumos, para que junto con el museo Bioma y, por qué no, con la reubicación del Museo Interactivo Samoga de la Universidad Nacional en este Parque, formarían un verdadero Parque Temático de la Ciencia y la Tecnología, similar a Maloka en Bogotá o al Parque Explora en Medellín. La concentración de los tres entes, ahorraría recursos públicos en la administración y el mantenimiento de los edificios, y ayudaría a su sostenimiento. El nuevo centro de atracción recreativo y cultural, diferente a los que existen en la región, sería un complemento a los parques temáticos existentes en el Eje Cafetero (Panaca, Parque del Café, Zoológico Ukumarí).
Manizales y Caldas podrían invertir en la creación del planetario, haría parte de las instituciones educativas para impartir clases extracurriculares a los más de 100.000 estudiantes que tiene el departamento. Como todos los estudiantes no pueden ir a la NASA, entonces traigamos la NASA a Manizales. ¡Qué orgullosa estaría la región que por motivación de lo visto en este parque temático de la ciencia y la tecnología salieran los nuevos científicos colombianos para estudiar el universo!
Un proyecto cultural de este tipo, para que pueda conseguir los recursos, debe estar bien formulado para presentárselo al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación o al Sistema General de Regalías o ahora que el municipio de Manizales entrará en la categoría de Distrito Especial Eje del Conocimiento, el cual le permitirá crear un fondo de desarrollo distrital para el financiamiento de proyectos asociados a la ciencia, la tecnología y la innovación. Quién quita, que este alcalde al terminar su mandato, nos ponga a ver estrellas.