Soy la confianza y, si me afianzas, alejo los temores.
Soy otro nombre de la fe firme. 

Soy un músculo que, como todos, se vigoriza con constantes ejercicios. Decreta mucho:

“Dios, creo en ti y creo en mí. Mi fe es fuerte. Confío y nada temo. Mi fe es inquebrantable, hecho está. 

Tengo más confianza cuando me amo, y de verdad te amo, Dios mío, y te tengo bien presente”.  

Confía con sabiduría, y así sabes cómo creer para no alimentar fantasías o decepciones.

Haz un inventario de tus talentos y capacidades porque eso aumenta tu autoconfianza.

Acoge el miedo con amor. Si peleas con él, le entregas poder, y te avasalla.  

Es un maestro que te dice: Fortalece tu amor y tu fe y yo me esfumo. Di: “Señor, creo en ti y creo en mí. Soy confianza. Hecho está”.

@gonzalogallog