La calidad que ha logrado la Industria Licorera de Caldas (ILC) debe cuidarse y mantenerse como un activo de los más relevantes del departamento. Lo ratifican las cifras con corte a noviembre, previas al cierre de este 2024. Sus ventas fueron hasta el mes pasado de 34,4 millones de botellas de 750 mililitros que, comparado con el mismo periodo del 2023 de 31,4 millones de botellas, expresa crecimientos del 9,5%. Las utilidades netas fueron de $65 mil 62 millones (28,6% más) y en ganancias operacionales $73 mil 502 millones (20,2% más).
Se da esto en medio de complejidades económicas, de la caída cercana al 20% de los licores destilados y de restricciones a la venta de los aguardientes en otros departamentos a través del monopolio rentístico, que sigue en revisión de la Corte Constitucional. La Gobernación de Caldas solicita sensatamente eliminarlo para que en el país vuelva a regir la libre competencia, como debe ser en todo mercado, y para proteger los derechos económicos y los relacionados con la autodeterminación de los consumidores, porque no es posible que las personas tengan que comprar y consumir solo lo que permitan las gobernaciones, y eso debe aplicar a todos los departamentos.
Si hay preferencia en el país por los licores que produce la ILC es porque aquí se están haciendo las cosas bien y lo debe entender el resto del mercado. Igual nos sucede en Caldas con otros productos de consumo masivo elaborados en diferentes departamentos, y no se les han cerrado las puertas. Más que enfocarse en imitar y atacar a la ILC, las licoreras deberían estar mejorando sus procesos y sus licores para que salgan a competir sanamente y que sea el consumidor el que elija qué es lo que más le gusta. Se espera que el próximo año la Corte no le dé más largas a esta situación y defina si mantiene o tumba este monopolio de los aguardientes.
La ILC sigue con su impulso y proyecta concluir este 2024 con ventas totales de unas 38 millones de botellas, el segundo mejor resultado en la historia de la destilera después del 2022, cuando vendió 41 millones de unidades. El gerente de la ILC, Diego Angelillis, calcula que las ganancias de este año podrían ser de unos $70 mil millones, que se alcanzarán en buena parte por el posicionamiento y liderazgo del Aguardiente Amarillo de Manzanares, con ventas que crecieron hasta noviembre en 81,2% al pasar de 5 millones 993 mil 201 unidades en el 2023 a 10 millones 858 mil 501 en el 2024, y aunque solo se puede comercializar hoy en el 33% del país.
Otro dato muy alentador para el departamento es que de 100 botellas de ron que se consumen en Colombia, 73 son de la Industria Licorera de Caldas. Todas estas cifras son el mejor aliciente para que los trabajadores de la ILC sigan haciendo su mejor tarea, continúen cuidando los procesos empresariales gestados desde la administración pasada y los mantienen liderando en esta competida industria nacional e internacional. La ILC estaría transfiriendo al Departamento por impuesto al consumo hasta noviembre $58 mil 511 millones 268 mil y a los demás departamentos de Colombia $515 mil 388 millones 413 mil 919. Son cifras nada despreciables que demuestran que es un gana-gana para todos, así se debería entender.