La gente puede ir las veces que quiera a Alcohólicos Anónimos, sin el temor de que le van a recriminar sus comportamientos.

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La gente puede ir las veces que quiera a Alcohólicos Anónimos, sin el temor de que le van a recriminar sus comportamientos.

 

LA PATRIA | Manizales

Esa bella época del año esperada por los niños del mundo para la llegada de sus aguinaldos y por muchas personas para los reencuentros familiares, puede ser un arma de doble filo para quienes tienen algún tipo de adicción al licor.

"Cualquier pretexto es bueno para darle gusto a la debilidad que uno tiene, y en diciembre sí que es fácil, la gente recibe prima, hay más plata en las casas, la mayoría está pensando en celebrar y no están tan pendientes de lo que uno hace, ahí es cuando uno aprovecha porque siempre hay un motivo para celebrar", el testimonio es de Jorge, un ingeniero electricista de 48 años que estuvo 13 años sumergido en el mundo del licor.

"En diciembre la gente se reúne, ríe, bebe y juega con más intensidad que en el resto del año, por eso es tan retador. Ello hace que quienes estamos limpiándonos debamos redoblar nuestro carácter y nuestro amor propio, porque esta es una decisión personal, pero el entorno es clave y puede ayudar, toca decirles que no nos expongan a tentaciones innecesarias".

"Después de mil batallas lo logré"

Para Ana Lucía la Navidad es una época de emociones fuertes, porque la gente es más generosa, más alegre y no teme tomar riesgos, por eso se esfuerza en mantener la calma, sin dejarse llevar por decisiones impulsivas.

Ella tocó fondo, 16 veces intentó dejar el alcohol y sucumbió. Hasta que por fin pudo mantenerse sobria y ya lleva ocho años demostrándose así misma, todos los días, que es más fuerte que la tentación.

"En nuestra cultura paisa el licor tiene un papel protagónico, en casi todas las festividades donde suele haber niños, jóvenes y personas de todas las edades. Ante ese reto el secreto es mantenerse sobrio, ocupando la mente y compartiendo en actividades familiares. Un día a la vez, eso hace la diferencia", asegura.

Ella salió del claustro del alcoholismo gracias al apoyo que recibió en Alcohólicos Anónimos. Inició su proceso tantas veces quiso, hasta que siguió asistiendo para dar su testimonio.

Hoy es una prestigiosa profesional que reconoce haber sido deportista de élite en selecciones Caldas y selección Colombia de baloncesto. Viajó, bebió y tras muchos inconvenientes en su vida logró sincerarse y reconocer que estaba enferma.

"No debe causar vergüenza admitir que se padece una enfermedad, lo importante es hacer algo para solucionarlo. Esta es una decisión personal, de nadie más, pero el entorno sí puede ayudar; no tengo que esperar a ser alcohólico para ayudarle a quienes lo son, no debo esperar a tener un familiar alcohólico para interesarme y tener caridad humana de querer ayudar".

Reflexiones desde la psiquiatría

El médico psiquiatra Jaime Alberto Paredes Tamayo advierte que el consumo de alcohol es causa de congestión en los servicios de urgencias (consultas por gastritis alcohólica, pancreatitis por consumo, riñas, accidentes caseros y accidentes de tránsito) y en las demás especialidades médicas, por los efectos dañinos del alcohol en ojos, corazón, sistema digestivo y sistema nervioso, entre otros.

El consumo consuetudinario del alcohol lleva a que la persona tenga menoscabo de su funcionamiento interpersonal, social, laboral y en especial en la familia del enfermo alcohólico, donde aparece con más frecuencia la discordia conyugal, maltrato, negligencia con la crianza de los hijos y alteraciones de la conducta en niños y adolescentes.

El ser humano bajo efecto del alcohol vive en una situación de autoengaño, intentando aparentar que las consecuencias de su consumo no lo afectan y es por eso, que desde la creación de Alcohólicos Anónimos, los profesionales de salud mental se han interesado en estos grupos de forma científica, con los resultados diversos, dando validez a una máxima de medicina "no se tratan enfermedades sino enfermos".

 

Conteste estas 12 peguntas y al final sabrá si es alcohólico

El primer paso para saber si soy alcohólico es reconocer que el alcohol está descontrolando mi vida. Este cuestionario tiene preguntas que le ayudarán a saber la verdad.

  1. ¿Ha tratado alguna vez de no beber por una semana o más, sin cumplir el plazo?
  2. ¿Le molestan los consejos de quienes han tratado de convencerlo de dejar de beber?
  3. ¿Ha tratado alguna vez de controlarse, cambiando de una clase de bebida a otra?
  4. ¿Ha bebido alguna vez por la mañana durante el último año?
  5. ¿Envidia a las personas que pueden beber sin que esto le ocasiones dificultades?
  6. ¿Ha empeorado su problema con la bebida durante el último año?
  7. ¿Su modalidad de beber ha ocasionado problemas en su hogar?
  8. ¿En reuniones donde la bebida es controlada, trata de conseguir tragos extras?
  9. ¿A pesar de ser evidente que no puede controlarse, sigue afirmando que puede dejar de beber por si solo cuando quiera hacerlo?
  10. ¿Ha fallado a su trabajo durante el último año a causa de la bebida?
  11. ¿Ha tenido alguna vez lagunas mentales producidas por el alcohol?
  12. ¿Ha pensado alguna vez que podría tener más éxito en la vida si no bebiera?

Si contestó afirmativamente cuatro o más de estas preguntas, es probable que usted tenga un serio problema alcohólico o lo tendrá en un futuro cercano.

 

 

En diciembre cuando se incrementa la ingesta de licor, quienes están tratando de salir del alcoholismo viven su propio infierno.

 

Las personas no alcohólicas pueden ser parte de la solución si deciden cooperar.

 

 


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