A César Augusto, de 48 años, no solo lo reconocen en el barrio San Sebastián, de Manizales, por problemático, sino que tiene dos condenas por tráfico de estupefacientes.

Justamente esa actitud grosera lo llevó a tener más problemas con la justicia, esta vez por daño en bien ajeno, pues la emprendió contra un cubículo de la empresa Susuerte, cuando pretendía agredir a la empleada de dicho negocio.

El pasado sábado, la trabajadora sostuvo una discusión con la madre de un niño, quien hacía travesuras dentro del local y le llamó la atención. César, familiar del pequeño, dijo que eso no se quedaría así y aprovechó para cometer el ataque.

Marcaban las 8:50 de la noche y el sujeto atacó a patadas el cubículo, por lo que los testigos llamaron a la Policía. Una patrulla arribó rápidamente y sorprendió al presunto agresor, luego de que la mujer lo señaló.

"Esa vieja malparida se metió con mi hermana, por eso es que quería cascarla. Si le dañé el negocio, lo pago con gusto", dijo el sujeto, pese a que le indicaron que debía guardar silencio o eso podría ser usado en su contra.

En el Código Penal

El que destruya, inutilice, haga desaparecer o de cualquier otro modo dañe bien ajeno, mueble o inmueble incurrirá en prisión 1 año y 4 meses a 7 años y 6 meses y multa de $10 millones hasta $56 millones.

Si el señalado le paga al ofendido por el daño causado, antes de proferirse sentencia, se precluirá la investigación.

El valor de los daños

Los daños se tasaron en $180 mil.

Las condenas del capturado

2 años y 8 meses por tráfico de estupefacientes.

4 años y 2 meses por concierto para delinquir.

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