El Gobierno nacional pidió perdón en agosto del año pasado a las familias de las víctimas de ejecuciones en Antioquia.

Foto | Efe | LA PATRIA

El Gobierno nacional pidió perdón en agosto del año pasado a las familias de las víctimas de ejecuciones en Antioquia.

Jorge Humberto Lotero Restrepo, Inri de Jesús Alzate, Julián Andrés Hernández y Diego Ferney Jiménez Montoya se dedicaban a laborar en Risaralda y Belalcázar (Caldas) a trabajar como ayudantes de construcción, cargar bultos o a vender rifas, además de jugar fútbol.

En el 2007, Luis Nolberto Serna, alias pan de Diez, quien paga 22 años de prisión por participar como reclutador en las ejecuciones extrajudiciales, buscó a estos hombres con la falsa promesa de un trabajo en Antioquia y los entregó al Ejército para que los mataran.

Este sujeto, quien era primo de Lotero Restrepo, hace parte del grupo de 39 generales, oficiales y suboficiales y dos civiles, a quienes la semana pasada, les imputaron crímenes de guerra y de lesa humanidad, por 442 falsos positivos entre el 2004 y el 2007.

 

Los reclutaron a petición del coronel González Peña

En el 2007, integrantes del Batallón de Ingenieros Pedro Nel Ospina participaron en 7 hechos de engaño con 15 víctimas. La JEP indicó que para esa fecha, el comandante de la Brigada IV, Óscar Enrique González Peña, conocía de las ejecuciones.

Luis Nolberto Serna testificó que en Medellín y Antioquia había sospechas, por lo que la nueva estrategia era buscar a gente que no fuera de la región. José Román Oliveros, otro reclutador hoy fallecido, le encomendó la labor y le dio viáticos para ir a un lugar cercano a Pereira.

El sujeto llegó en marzo del 2007 a Risaralda (Caldas) a donde su hermana, en donde buscó a otro tipo conocido como el Mocho, quien supuestamente fue paramilitar. Le dijo que había una vuelta grande en unas minas de Segovia y necesitaba a cuatro personas para cometer el robo.

Un día después fue hasta donde una prima, en donde buscó a Jorge Humberto, hijo de esta, quien trabajaba en ese tiempo en una finca.

“Vamos hasta medallo, marica, que hay que hacer, hay una vuelta . Vamos a robarnos $ 300 millones”, le dijo. Sin embargo, le pidió que no le contara a nadie más y por eso, les hizo creer a su madre y a su esposa, que iría a trabajar en construcción.

 

Los embriagaron y los asesinaron

Luego, el Mocho le presentó a los otros tres hombres. A los cuatro los trasladaron a Medellín el 15 de marzo, se encontraron luego con Román y el sargento William Darley García Ospina, quienes les ofrecieron cerveza.

A Jorge Humberto, que le hallaron una alta concentración de alcohol en la necropsia, se lo llevaron para el sector de Minas, en Caldas (Antioquia). Allí, el teniente Manuel Alejandro Cuéllar le ordenó a la víctima caminar al frente de la camioneta, quien le pidió decir unas palabras.

Sin embargo, según relató García Ospina, el suboficial le pidió un fusil a un soldado y le disparó en dos ocasiones. El mismo homicida reconoció en versión voluntaria los hechos y contó cómo se manipuló la escena y se puso un revólver al lado del cadáver.

Unos días después, la madre de Jorge Humberto se comunicó con Serna, este le dijo que luego le devolvería la llamada, pero apagó el teléfono y no le volvió a contestar, ni volvieron a tener contacto.

A los otros tres muchachos los trasladaron a Segovia, en donde también los asesinaron, fingieron un enfrentamiento con un grupo de extorsionistas y les implantaron armas de fuego, una de ellas inservible.

 

Así les pagaban a los reclutadores

Los pagos dependían del número de víctimas reclutadas, las distancias de traslado, los vehículos utilizados y la consecución de armas. Cuando los carros y armas los aportaban los reclutadores, ganaban más dinero.

Según Cuellar, García pedía a los reclutadores que enviaran a las personas armadas y que las llevaran ellos mismos.

Luis Nolberto Serna, pan de Diez, cobraba entre $2 millones y $3 millones por persona.

 

Metroseguridad en Medellín pagaba por información

La JEP explicó que el pago por información se hacía a través de Metroseguridad, sociedad de economía mixta vinculada a la Alcaldía de Medellín y ubicada en la Gobernación de Antioquia.

Serna sostuvo que unas tres ocasiones acudió con los oficiales a cobrar un cheque por concepto de recompensa. El militar cobraba y le entregaba su parte al reclutador.

 


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