LA PATRIA | Manizales

En el barrio Los Cedros de Manizales, los muros quedaron expuestos tras una intervención urbanística con la construcción de los puentes del intercambiador que pasan sobre la quebrada Olivares. Estos se transformaron en lienzos para narrar la identidad cultural y natural de la región.

Este proyecto, que combina arte y urbanismo, se gestó con la intención de dar vida a espacios visibles y convertirlos en íconos de la ciudad. Sebastián Jiménez, artista urbano de amplia trayectoria, que firma sus obras con el seudónimo de SEPC, fue el encargado de dar color y significado a esta obra que hoy embellece el sector.

La campaña ‘Manizales es Colombia’ busca resaltar, según su autor, la diversidad de pisos térmicos y cultura que se encuentran en la ciudad.

La campaña, llamada ‘Manizales es Colombia’, dio origen a los murales que recorren los pisos térmicos y paisajes de la región, desde la zona cafetera hasta el Nevado del Ruiz. "Quisimos representar no solo la naturaleza y las tradiciones, sino también el desarrollo y el futuro que se construye desde las nuevas generaciones", agregó el artista.

SEPC nació en Manizales y tiene al menos 15 años de experiencia en el arte urbano. Ha participado en más de 20 festivales nacionales y 10 internacionales, representando a Colombia en Miami, Carolina del Norte, Polonia o Inglaterra.

SEPC posa en el mural del campesino, que hace parte de la zona cafetera, la casa tradicional y la chapolera, aspectos típicos del folclor de la región.

Sobre su trayectoria, el artista comentó: "Desde joven me interesé por el muralismo y con el tiempo fui dándole un propósito a mi trabajo. Hoy busco que mis obras reflejen la identidad y las historias de las comunidades".

El artista reconoce que vivir del muralismo en Colombia no es fácil y que admira a Alejandro Obregón, Gris One y Skore999. Los dos últimos son contemporáneos.

Los murales de Los Cedros son más que una obra decorativa: son una herramienta de transformación social y cultural. "El arte tiene el poder de cambiar la percepción de un lugar, de generar orgullo y de conectar a las personas con su entorno", afirmó el muralista. Al fondo un chivito de páramo de la zona del Nevado.

Hoy, los murales de Los Cedros son un punto de referencia en Manizales, una invitación a detenerse y admirar la riqueza cultural y natural de la región. Gracias al trabajo de artistas como SEPC, el arte urbano se convierte en un puente entre la historia y el futuro de la ciudad.

Los murales no solo embellecen el barrio, sino que también cuentan historias que seguirán resonando en la memoria colectiva de la capital caldense.

"Lo que hacemos con el arte es construir identidad y eso es algo que Manizales necesita. Ver cómo la gente se conecta con estas obras es lo más gratificante de este trabajo", dice SEPC.

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