Foto | Freddy Arango | LA PATRIA En 1.600 metros cuadrados de la finca Torrecitas, en la vereda Frailes (Villamaría), en la vía Manizales – Murillo, está ubicado el nuevo vivero pedagógico de alta montaña del Fondo de Agua Vivo Cuenca, que se construyó en convenio con Parques Nacionales Naturales de Colombia Dirección Territorial Andes Occidentales y el comodato del terreno con propietarios de una finca ganadera. Allí germinan plantas que contribuyen para la restauración ecológica de la cuenca del río Chinchiná y otras zonas de Caldas.
Entre el vaivén de las nubes del páramo, a 3.510 metros sobre el nivel del mar, se alza una estructura de madera de pino pátula, guadua y tejas transparentes, parece un glamping, en su interior hay camas, pero de germinación y enraizamiento y eras de crecimiento y desarrollo.
Se trata del vivero pedagógico de alta montaña de Vivo Cuenca Torrecitas, ubicado a un costado de la vía al volcán Nevado del Ruiz, en la vereda Frailes (Villamaría).
Allí, bajo el cuidado del viverista Deyby Estiven Prieto Rivera, germinan romeros, pinos y encenillo de páramo; guayabo mote; chilca blanca, negra y zorra, y robles, entre otras especies nativas de bosque altoandino y de subpáramo destinadas a la restauración ecológica de la cuenca del río Chinchiná y otras de Caldas.
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El viverista Deyby Estiven Prieto Rivera.
Convenio con Parques Nacionales Naturales para el vivero de Vivo Cuenca
Olga Janeth Galindo Ruiz, directora ejecutiva del Fondo de Agua Vivo Cuenca, describe el proyecto como la unión de esfuerzos entre instituciones y la relación de varios años con propietarios de fincas de la zona.
El vivero arrancó en el 2021 con 200 metros cuadrados del predio Torrecitas, le decían “El Cambuche”, cuenta el ingeniero agrónomo de Vivo Cuenca Antonio Alexánder Rozo Pérez. Allí lograron tener una producción de 7.000 plantas al año.
Para honrar el compromiso de cuidar el bosque de sus antepasados antioqueños y boyacenses, quienes llegaron al páramo en 1940, y al ver la necesidad de mejorar el invernadero, los dueños de la finca ganadera, Inés Arbeláez de García y Hernando García Jaramillo, cedieron en comodato 1.200 m2, lo que permitirá una producción de hasta 100 mil plantas al año.
Otro impulso lo dio la Dirección Territorial Andes Occidentales de Parques Nacionales Naturales. Destinó $370 millones para mejorar el vivero con sistemas de riego automatizado y de cosecha de agua, panel solar para la electricidad, pozos sépticos, oficina, bodega y espacios para recibir a los visitantes.
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¿Dónde han cultivado plantas del vivero de alta montaña en Caldas?
El ingeniero agrónomo indica que en lo que va del 2024 en Torrecitas han producido 18 mil plantas y actualmente tienen 8 mil 500 para siembra. Estas especies nativas se han cultivado en la parte alta de la cuenca del río Chinchiná, como las veredas San Pablo, de Neira; Frailes, Romerales y Potosí, de Villamaría, y El Desquite, de Manizales). También están en las reservas Torre 4, de Corpocaldas, y Río Blanco, que abastece el acueducto de Aguas de Manizales.
¿Qué es Vivo Cuenca?
La Corporación Vivo Cuenca es una organización privada sin ánimo de lucro. Fue creada en noviembre del 2017 para gestionar y ejecutar recursos financieros y técnicos destinados a proteger, mantener y preservar los servicios ecosistémicos de la cuenca del río Chinchiná. Abarca 106.000 hectáreas, el 14% de Caldas. Sus aportantes permanentes son Corpocaldas, Chec, Efigás, Aguas de Manizales y Emas by Veolia.
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Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
El invernadero tiene un diseño sostenible con un sistema de recolección de aguas lluvia. Se aprovechan los casi 150 metros cuadrados de cubiertas. Además la energía es a través de un panel solar.
El viverista Deyby Estiven Prieto Rivera programa el sistema de riego automatizado, que se activa durante un minuto en la mañana y la tarde. También regula la temperatura y controla los niveles de humedad.
El ingeniero agrónomo de Vivo Cuenca Antonio Alexander Rozo Pérez explica que la ventaja de las plantas de un vivero de alta montaña es que sus raíces y sus hojas no tienen problemas fitosanitarios y se adaptan a las condiciones medioambientales de los territorios. “Las siembras en campo dan altos porcentajes de prendimiento, por encima del 90%”, precisa.
El vivero cuenta con 10 germinadores de semillas, recolectadas en zonas cercanas. Según la especie, también utilizan la técnica de reproducción asexual por esqueje, estacas o gajos.
En el invernadero diseñan los protocolos en producción de plantas de alta montaña, estudian cómo acelerar su germinación. Recibieron muestras de frailejones del vivero del Ejército en el cerro Gualí, para estudiar su desarrollo en latitudes más bajas.
Inés Arbeláez de García y Hernando García Jaramillo, propietarios de la finca Torrecitas, donde se encuentra el vivero de alta montaña de Vivo Cuenca.
Para reducir la contaminación, en el vivero esperan dejar de usar bolsas de plástico para las eras de crecimiento, tienen otros materiales biodegradables como el sistema pellet (turba comprimida) y espuma fenólica, que se expanden al aplicarles agua.
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