Galería, un asunto serio
Señor director:
El alcalde Rojas nos ha puesto a pensar seriamente en lo que dice respecto a una inversión cuantiosa en la Plaza de Mercado o Galería de Manizales. Lo digo porque si la Administración municipal se va a limitar simplemente a ponerle unos brochazos de pintura a los pabellones, mejor dicho “apague y vámonos”. La vieja Plaza, como sabe todo el mundo, necesita un revolcón para sacar ese lugar de la miseria y abandono en que se encuentra. Las señoras del antiguo Manizales eran felices bajando a la Galería a mercar, porque eran otras épocas y no como las actuales, que realmente producen terror. Era una alegría mercar. Y es verdad porque lo viví. Partían para la Galería o Plaza de Mercado una cantidad de señoras que necesitaban llenar las despensas de su hogar. Esa costumbre desapareció porque en la Galería hay inseguridad, desaseo y muchas cosas más. Cómo es de bueno recordar que en la entrada al Pabellón Central se situaban Otilia y Cupertina a vender exquisiteces y ese era el comienzo de un recorrido que era grato para la gente. A las compradoras casi siempre las acompañaba el “viejo querido del canasto” que poco a poco se iba llenando de mercado. “Qué tiempos aquellos”, y cómo han cambiado las cosas en nuestra bella ciudad.
Entonces, resumiendo, digamos que si se le va a gastar una plata a la Plaza de Mercado hay que hacerle una modificación general y no pensar en maquillajes, sino en un cambio que se vea y sea total. Nos gusta la iniciativa, la aplaudimos, pero mucho ojo con lo que se piense hacer, no sea que de pronto la embarremos tristemente. En otros lugares del país hay ejemplos de cómo puede ser una plaza de mercado limpia, agradable y que se pueda visitar.
Bernardo Molina Marulanda.
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