Es indudable que quienes se han ido a vivir a otros países y ciudades siguen siendo un agente de desarrollo sostenible para sus sitios de origen, como lo plantea un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Universidad Icesi. Emigrar se hace bajo consideraciones como alcanzar más calidad de vida; encontrar mejores posibilidades laborales, salariales y académicas; pero también hay quienes tienen que moverse por asuntos tan delicados como la elevada inseguridad, la violencia y la expulsión por falta de oportunidades como es el caso de quienes están iniciando su vida profesional.
Sea lo que motive estos procesos de movilidad territorial lo importante es no ignorar ni desdeñar a quienes han emigrado por este solo hecho. Hay que acercarlos para que contribuyan, desde donde estén, al crecimiento económico y social. Sirve como experiencia replicadora para otras entidades de la ciudad el ejercicio “Diáspora manizaleña” que durante la Feria realizaron la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas e Invest In Manizales reuniendo a 30 manizaleños que viven en el extranjero o en otras partes de Colombia desde hace décadas y regresaron temporalmente para este evento.
De allí salieron ideas como convertir a Manizales en un hub o centro de contratación laboral con firmas internacionales, pero trabajando desde esta capital. La mayoría de los que han emigrado siguen considerando que somos una ciudad destacada por la calidez de su gente, por el civismo, por la belleza del entorno, por la geografía; pero además exaltan la mano de obra y el talento humano. El objetivo es que desde donde estén, los manizaleños concurran con ideas, contactos y acciones para crear canales de apoyo y propongan cómo sería posible atraer inversiones, turismo, eventos y otras actividades.
La diáspora manizaleña debe verse como uno o varios grupos dinámicos que hay que identificar, localizar y sostener el lazo con ellos. El solo hecho de salir del sitio de origen da otras perspectivas de vida, otros elementos de ver y entender el mundo que siempre ayudarán a mejorar, en la identificación de problemas y de soluciones. Con seguridad lo que para ellos eran debilidades irremediables al momento de partir, con la experiencia y vivencias en otras latitudes se empezó a ver como oportunidad si definitivamente se trabaja para mejorar. Por eso es que hay que verlos como asesores y consejeros. Por lo expresado en la pasada reunión, están dispuestos a ayudar.
Hay que estar muy abiertos desde todos los sectores no solo a que recuerden lo bueno y bonito de Manizales para seguirlo potenciando; muy enriquecedor es cuando se abordan críticas y se hacen ver los errores, muchas veces que ni siquiera han sido reconocidos. Escuchar lo que tiene por decir la diáspora ayudará a establecer propuestas, salidas y recursos. Buena iniciativa la de la Cámara de Comercio e Invest In, que no se debe quedar solamente en una reunión, hay que sumarse para que esto crezca y trascienda por el bien de la ciudad.