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Las cifras que entrega la Secretaría de Movilidad están demostrando que la puesta en funcionamiento de las cámaras de fotodetección han reducido las infracciones de tránsito, al menos por tres faltas: pasarse un semáforo en rojo, tener SOAT vencido y revisión tecnicomecánica vencida. Son 23 cámaras instaladas desde el 5 de noviembre en 14 puntos, que en ese primer mes registraron 508 contravenciones diarias, para diciembre bajaron a 224 diarias y en 10 días de este mes hasta el 11 de enero se disminuyeron a 151 diarias.

un rápido descenso al 29,72%, al menos en los sitios en los que están instaladas, y seguramente responde a que por temor a una multa los conductores se están poniendo al día con los vehículos y además están respetando los semáforos como dispositivos de señalización que regulan la circulación de vehículos y de peatones. Conducir sin revisión tecnicomecánica es para todos estos meses la infracción más recurrente, con cerca del 43% de las irregularidades detectadas. Por eso son tan positivas estas cifras de disminución, tienen que dar cuenta de que son vehículos en mejores condiciones y lo que debe venir es una reducción también en las tasas de accidentalidad.

La Alcaldía de Manizales debería estar evaluando usar las cámaras de fotodetección para regular el parqueo irregular y la velocidad máxima permitida por estos corredores viales; no a 30 kilómetros por hora como determinó la Administración de Carlos Mario Marín, que gestionó la implementación inicial de estos equipos, pero sí se podría considerar que fuera a 40 o 50 km/h, que es un marcha segura y permite maniobrar ante imprevistos sin ralentizar el tránsito, como sí se debe seguir haciendo por zonas demarcadas como las escolares, las adyacentes a hospitales, entre otras de alto cruce de personas.

El Ministerio de Transporte, en el año 2004, puso a regir en el territorio nacional de forma obligatoria el uso del cinturón de seguridad para el conductor y los pasajeros de los asientos delanteros. También fue una medida que empezó a cumplirse para evitar multas, pero hoy, tras casi 21 años de vigencia, muchas personas lo usan conscientes de que es un elemento que brinda seguridad y protege la vida, ya no como obligación. A eso deberíamos llegar con las cámaras de fotodetección, convencidos de que hay que tener SOAT vigente para siniestros viales y la tecnicomecánica para verificar el estado del vehículo que se conduce.

Aplicar garrote y zanahoria no debería ser lo que esté moviendo a los ciudadanos a comportarse bien en las vías, sino la disposición a cumplir las normas, aun donde no haya cámaras ni agentes de tránsito; el fin de hacerlo debe ser para mejorar la movilidad de la ciudad, tener menos problemas a la hora de conducir, pero sobre todo para circular de forma segura y proteger la vida propia, la de los pasajeros y la de todos los que van por las vías. Por eso, bienvenida la reducción de infractores de tránsito.