La violencia en Pereira sigue escalando, sumado a los casos de sicariato incursiona una nueva y alarmante tendencia: el desmembramiento de personas a manos de bandas delincuenciales.

Los cuerpos son empacados en bolsas negras o costales y abandonados en lugares visibles, con el propósito de que los encuentren rápidamente.

Dos cadáveres hallaron durante el fin de semana en estas condiciones y en total fueron 7 víctimas durante el 2024, situación que mantiene en alerta a las autoridades y a la comunidad.

La esperanza de la familia de Juan David Giraldo Londoño, de 32 años y natural de Anserma, de verlo regresar sano y salvo, se desvaneció trágicamente en la mañana del lunes, cuando recibieron la dolorosa noticia de que lo hallaron sin vida y embolsado en la vereda Mundo Nuevo de Pereira.

La última vez que se tuvo noticia de él fue el sábado 28 de diciembre. La familia residía en Viterbo, pero Juan David solía viajar frecuentemente a Pereira para visitar a familiares, entre ellos a su hermana.

Una última llamada

Ese día, salió temprano de su casa y tomó un bus con el propósito de realizar unas compras, sin imaginarse que sería la última vez que sus seres queridos lo verían con vida.

A las 3:44 p.m. de ese sábado, Juan David habló por teléfono con su madre. Después no fue posible volver a comunicarse, ya que su teléfono permaneció apagado, una situación que generó preocupación. Al ver que las horas pasaban y no aparecía, su familia viajó a Pereira e instauró una denuncia por desaparición ante la Fiscalía.

Se conoció que al llegar a Pereira, el ansermeño salió en moto acompañado de Esneider Giraldo, amigo de su primo, a quien tampoco volvieron a ver. Ellos esperaban que el otro muchacho saliera de trabajar.

A las 2:44 a.m. del domingo, las autoridades policiales recibieron un llamado que alertaba sobre el hallazgo de un cuerpo frente al conjunto campestre Altavista, en la vía hacia la vereda Mundo Nuevo, cerca de la entrada a la vía Armenia. Allí encontraron el cadáver cubierto con plástico y una sábana.

El lunes se llevó a cabo la necropsia. Al abrir la bolsa, los investigadores del CTI hallaron el cuerpo desmembrado, con los brazos cortados, y a través de las huellas dactilares pudieron confirmar que se trataba de Juan David.

A las 11:40 a.m. de ese mismo día, informaron a la familia, quienes recibieron con profundo dolor la devastadora noticia. Los gritos y llantos se apoderaron de su madre, que había guardado la esperanza de que su hijo estuviera vivo.

En la tarde, se trasladaron a la morgue, donde, mediante fotografías de los tatuajes, confirmaron su identidad y la tragedia que marcó el final de su angustiosa espera.

También hallaron a su amigo

El lunes se registró otro hallazgo. Se trataba del cadáver de Esneider. Hacía las 10:15 de la mañana se reportó la presencia de unas bolsas negras encintadas en el kilómetro 3, también en la vía a Armenia, en la carretera alterna al barrio Villa Verde.

La policía judicial documentó el hallazgo mediante fotografías y otros procedimientos forenses, asegurándose de preservar cada detalle como evidencia. Dada la complejidad de la escena y la importancia de proteger las pruebas, los investigadores optaron por no abrir las bolsas en el lugar.

En las instalaciones de Medicina Legal se corroboró que se trataba de Esneider Giraldo García. Todo indica que los asesinaron en circunstancias similares y aún se desconoce el paradero de la motocicleta en la que se movilizaban y lo más importante, los móviles de este nuevo y aterrador doble crimen.
 

Sin antecedentes ni problemas

Juan David Giraldo Londoño era un hombre de bien, sin antecedentes judiciales y conocido por su integridad. Vivía con su madre, y hasta el momento de su desaparición, no se le conocían problemas ni amenazas de ningún tipo. Allegados lo recuerdan como una persona tranquila y trabajador.

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