Atala Estrada de Estrada partió del mundo terrenal el domingo, 19 de enero del 2025, sin embargo, sobrevivirá en la historia de Caldas como la mujer que con amor y compasión transformó la rebeldía en liderazgo.

Nació el 4 de marzo de 1924 en la finca Montaño, en la vereda Gallinazo de Manizales. Sus primeros años de vida estuvieron limitados por una incapacidad física causada por el virus de la polio. Y, aunque también lo estuvo su formación académica, no fue el caso de la humana.

Cada domingo una tía, profesora en Manizales, iba a la finca Montaño y se ubicaba, junto a Atala, en el jardín trasero de la casa. Mientras escuchaban el mugido de las vacas, le transmitía conocimientos básicos, sobre todo, le enseñaba a mirar la naturaleza.

Jorge Hernán Estrada, el hijo mayor de Atala, considera que esa educación ambiental fue determinante para que su madre desarrollara su inteligencia y su sensibilidad por el mundo.

Paso a Manizales

Gracias a lo que Jorge Hernan describe como el milagro de San Roque, Atala recuperó la movilidad en la pierna que su familia daba por perdida y se pudo desplazar a Manizales a continuar sus estudios.

"Mi mamá perdió dos años escolares y resulta que gracias a esa formación tan bonita no solo los recuperó, sino que fue ascendida un año más", relata Jorge Hernán.

Con los años Atala forjó una personalidad emprendedora para enfrentar la realidad. Después de terminar la secundaria se interesó en mecanografía y taquigrafía y se convirtió en profesora de la Escuela Americana de Comercio.

Su hijo mayor cuenta una anécdota: "Ella era la última en salir. Una vez el gerente se regresó y la encontró, a pesar de que otras empleadas ya lo habían hecho, repitiendo el servicio de limpieza. Él dijo, esta es la gerente, y la nombró gerente de la Escuela Americana de Comercio".

Luego trabajó en la Caja Agraria y se vinculó a proyectos y gestiones que le permitieron potenciar sus habilidades e inteligencia.

Su marca

Guiada por la compasión, en 1965 Atala abrió, de la mano de su esposo, Jorge Estrada, el jardín infantil Atala de Estrada en el barrio Belén.

Allí, como lo reseñó este diario en el artículo sobre la trayectoria y labor de Atala Estrada publicado el 5 de febrero del 2017, arrancaron con cinco niños y al cabo de 20 días tenían 40. “Llamamos la atención del Gobierno y de la sociedad sobre la importancia de los jardines. También montamos uno en Fátima y otro en El Carmen para pequeños de escasos recursos”.

Luego, de acuerdo con las declaraciones de Atala para LA PATRIA, llegó la primaria y el bachillerato. Los padres querían que la educación de sus hijos siguiera en manos de los Estrada. “Las regañaba cuando era necesario. Además les exigía académicamente”, afirmó.

A los pocos años el Atala de Estrada se convirtió en la institución que recibía a los jóvenes de estratos altos que ningún otro colegio de su clase quería recibir por sus conductas reprochables para la época.

Hasta el final Atala sostuvo que era más importante la compasión que la inteligencia. Lo demostró formando con ternura y con fuerza durante 40 años a mujeres,

Enseñanza

Un caso es el de una niña quien fue expulsada de todos los colegios por su temperamento fuerte. Atala dijo: "Esta es la que necesita Colombia para que nos defienda". Y, como si fuera una premonición, se convirtió, según Jorge Hernan, en una abogada invencible.

La enseñanza de Atala se basó en la lógica, el sentido común y en la creación de opiniones independientes, en ser capaz de decir no.

La entonces sociedad conservadora de Manizales fue vista como una revolucionaria. Ahora se le recuerda como una visionaria. Su fórmula fue incorporada de sus estudios en Chile, en donde conoció la metodología de la profesora italiana Maria Montessori.

Liliana Gómez, egresada del Atala de Estada, recuerda a la educadora como una persona muy amorosa, cariñosa, con un criterio amplio y una memoria prodigiosa.

"Llegué a terminar el bachillerato. Ella me acogió porque no respondí en colegios religiosos a los comportamientos que exigían de la manera adecuada (…). Nos dio mucho amor, eso me pareció muy importante de ella. Porque generalmente donde uno estudió no fue una característica notoria", relata Gómez.

Lo que queda de Atala

El colegio Atala de Estrada se despidió de la ciudad en 1993. No obstante, sus 24 años de servicio a la educación fueron suficientes para que el legado de Atala perdurara.

El año pasado, el Gobernador de Caldas, Henry Gutiérrez, le rindió un homenaje por su aporte para construir una sociedad basada en el desarrollo humano, irradiando amor, sabiduría y felicidad. "Su dedicación permitió a muchas alumnas superar barreras sociales y prosperar profesionalmente"

Su nieta Paula Estrada la recuerda como una heroína sin capa, como persona efectiva: "Ella decía: 'Detesto perder tiempo'. Entonces nos deja ese legado de la acción. Porque uno puede amar, pero el sentimiento no basta. Ella era una mujer que lo llevaba a la acción".

Quebranto de salud

*En los últimos años Atala Estrada de Estrada perdió la capacidad de ver totalmente.

*El 18 de diciembre del 2024 tuvo una caída que le causó una herida en el lado izquierdo de la cabeza, por lo que fue trasladada en horas de la noche a urgencias.

*Se cree que la salida al hospital propició una neumonía. Desde entonces estuvo hospitalizada, una semanas en el SES de Caldas y tres en casa.

*Falleció el domingo pasado en su casa en Manizales, lúcida y consciente.

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