Con el giro decisivo de la guerra en Irak en marzo de 2004, después del abatimiento de cuatro ciudadanos americanos en Faluya, conocida como la “Ciudad de las Mezquitas” y, luego, tras unas inesperadas ráfagas de ametralladora disparadas en la plaza Nisour en Bagdad el 16 de septiembre del 2007, dejando un saldo de 17 iraquíes muertos, hecho conocido como “el domingo sangriento de Bagdad”, se puso al descubierto Blackwater, un ejército privado creado al amparo del Gobierno de Estados Unidos en la época posterior a la Guerra Fría que, tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, creció asombrosamente.
Este ejército de mercenarios, fundado por Erik Prince, empresario y exmilitar estadounidense con quien el Gobierno americano ha contratado en silencio para operar en zonas de guerra internacional y en su propio suelo, cuenta con base militar propia, una flota de 20 aviones, helicópteros y barcos y una base de datos de 21.000 exagentes de las Fuerzas Especiales y soldados. Su sede principal está en Carolina del Norte, donde poseen un complejo de capacitación táctico especializado, entrenando a más de 40.000 personas al año procedentes de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas, así como de otras agencias de seguridad de varios países. Actualmente Academi, como fue rebautizada Blackwater, es la empresa privada más importante del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que ha firmado también contratos con la CIA.
En el caso de Venezuela no sería una intervención en sus asuntos internos, sino una forma de impedir el trato criminal de un Gobierno que subyuga y maltrata a su pueblo. El reconocido periodista peruano Jaime Bayly, habló de las recientes declaraciones de Prince, en las que amenazó a Maduro y a sus más cercanos colaboradores declarándolos “objetivos criminales”. “No gozarán de ninguna protección ni inmunidad diplomática”, dijo, refiriéndose a Nicolás Maduro y a su entorno político. “Deben abandonar el poder y así evitar que sean sacados por la fuerza” agregó.
El mismo día de la posesión inconstitucional de Maduro, el Gobierno americano aumentó la recompensa por la información que conduzca a su detención, de USD 15 millones a USD 25 millones, al igual que ofreció otros USD 25 millones por el número dos del Gobierno venezolano, Diosdado Cabello, y USD 15 millones por información que conduzca al arresto del ministro de Defensa, Vladimir Padrino. Recién confirmado el triunfo de Maduro por el Tribunal Electoral venezolano se creó el portal “Ya casi Venezuela”, buscando reunir recursos económicos para intentar sacar al usurpador y tirano y lograr la liberación del hermano país.
Si bien existen organismos multilaterales como la OEA y la ONU, creados para mantener la paz y la seguridad internacional, promoviendo el progreso social, el mejoramiento de la calidad de vida y los derechos humanos, estos son en la realidad organismos inservibles pues sus países miembros actúan de espalda al acontecer mundial, permitiendo masacres como en Ucrania, Gaza y Venezuela, pese a contar la ONU con un ejército como los Cascos Azules y existir la OTAN, integrados por militares de los países miembros, que responden al mandato directo del Consejo de Seguridad de la ONU. Ante esta marcada indolencia del mundo actual, es por lo que nacen ejércitos privados como Academi, empresa símbolo de la privatización de las guerras del siglo XXI.
Bienvenido Eric Prince a Venezuela, y si en el 2026 Petro resuelve quedarse por la fuerza en el poder, bienvenido igualmente a Colombia.