El pasado 3 de enero, Puerto Carreño-Vichada, se quedó durante 28 horas sin suministro de energía eléctrica, como consecuencia de un saldo pendiente en los subsidios que otorga el Gobierno estimados en $184.000 millones para diez zonas del país no interconectadas, de los cuales $6.257 millones corresponden a Electrovichada y $4.588 millones de electro combustible por subsidios a Terpel en Puerto Carreño, como pagos que no se efectuaron oportunamente.
A raíz del apagón por imprevisión y descoordinación entre el Ministerio de Minas y Energía y la cartera de Hacienda y Crédito Público, además del impacto para el comercio que debió cerrar varios locales, lo más grave pudo ocurrir si el Hospital Departamental San Juan de Dios (ESE), hubiera colapsado al quedar dependiendo de una planta de emergencia que quedó al límite de su capacidad por excesivo tiempo encendida, a lo que se suman las enormes pérdidas por falta de refrigeración de alimentos perecederos.
Al respecto, Minenergía por lo menos prometió avanzar en el desarrollo de medidas estructurales, que permitan garantizar la correcta prestación del servicio no sólo para los 45 mil habitantes de la capital de Vichada -de ellos el 50% urbanos-, sino también en todo el departamento, así como para implementar un proceso de modernización y transición energética en curso que busca sustituir el uso de combustibles fósiles en la generación, donde se incluye la implementación de soluciones fotovoltaicas.
Sea este el momento para reconocer el proyecto Refoenergy Bita, que a un costo de US $26 millones se inauguró en Puerto Carreño en 2021 como estrategia de cambio radical en la seguridad energética, al dejar la dependencia del servicio intermitente que recibía de Venezuela. Esta planta que se alimenta de árboles de eucalipto provenientes de 1.200 hectáreas plantadas y que cada tres años son talados, genera 4.5 megavatios-hora de energía a partir de biomasa forestal, llevando a cabo un proceso pionero de transformación sostenible de producción energética limpia.
Pero entonces, si entre las zonas no interconectadas además del Vichada, están Chocó, Nariño, Cauca, La Guajira, Guaviare, Amazonas, Vaupés, San Andrés y Guainía, la pregunta es ¿si ronda o no el fantasma de un apagón por falta de recursos para cubrir oportunamente los subsidios? Para superar un apagón tan grave como el mencionado, todo pasa por el Plan de Contingencia y Previsión para escenarios críticos por ser un instrumento cuya finalidad es evitar, reducir y mitigar las situaciones que afectan el abastecimiento de energía, lo que incluye el tema macroeconómico.
Esto, ya que sin desconocer los logros del gobierno al 2024, como fueron reducir la inflación al 5,4%, la tasa de interés al 9,8%, la pobreza monetaria en 3% y el desempleo al 9,1%, el asunto es que el Presupuesto del año 2025 quedó desfinanciado tras hundirse la reforma tributaria, razón por la cual deben revisarse los saldos disponibles del presupuesto nacional en los ministerios, ejecución que si en 2024 alcanzó apenas al 80% en promedio, el dinero para saldar la deuda en Vichada sí existía.