La exigencia que planteó el rival, que dominó el primer tiempo pegando dos balones en los palos, hizo que el partido contra Universitario de Deportes, bicampeón del fútbol peruano, resultara entretenido y que la victoria dejara un saborcito optimista.

Con jugadores de buena talla y respeto por el juego –venían de derrotar 1-3 al Júnior en Barranquilla– los incas no se guardaron nada en este amistoso de pretemporada. Fueron superiores en propuesta al Once Caldas, que utilizó la base del torneo anterior, probó y mostró varias de sus nuevas unidades.

Con un duelo más por disputar contra Huila, el balance va en sendos triunfos sobre Envigado y Universitario por la denominada Serie Colombia, programada por un canal privado de televisión, otro frente al DIM en Medellín y derrota con suplentes ante Quindío.

Es prematuro sacar conclusiones, pero queda claro que una de las fortalezas de Once Caldas está en la continuidad del cuerpo técnico, por trabajo acumulado, filosofía de juego –siempre por mejorar– y no tener que engranar líneas, sino ajustar piezas según las circunstancias.

La posición más surtida en cantidad fue la de zaguero central. Aun así, se conservaría el tendido por rendimiento con Jorge Cardona y Jéider Riquett –baja al comienzo porque está en proceso de recuperación– y los laterales Juan David Cuesta y Juan Pablo Patiño, más el portero James Aguirre, quien estará ausente por sanción en la primera fecha.

Llegaron Juan Felipe Castaño, Jerson Malagón y Mateo Rodas. Son imprudentes los juicios a priori, pero en los minutos actuados hasta ahora, al manizaleño se le notó rápido y con actitud; el segundo es cuota de experiencia y a Rodas se le vio errático en la entrega, pesado y lento. Mejoró algo cuando lo pusieron como volante, con aproximaciones al área.

Será una interesante lucha por el puesto, con la sensación de que faltó un defensor de categoría, confiando en que Cuesta y Patiño no tengan inconvenientes mayores. Igual, Once Caldas en el campeonato pasado donde menos sufrió fue atrás.

El uruguayo Hugo Dorrego enseñó movilidad ante Envigado y nula participación el sábado. Tuvo escaso contacto con la pelota y no influyó ofensivamente, entre otras cosas, porque nunca lo buscaron. Es el remplazo de Lucas Ríos, el extraño caso de un buen futbolista en líos con el Arriero Herrera, aparentemente un hombre exento de conflictos.

Cuando ingresó Esteban Beltrán, fue distinto. Tiene mucho talento y debe convencerse de su condición: le sobra clase, pero le falta cabeza para entenderlo. Será tarea también del cuerpo técnico sacarle provecho. Mismo caso, quizás, de Alejandro García.

El tanto de la vitoria sobre Universitario fue obra de Gilbert Álvarez. El gol y nada más. Es prematuro calificarlo, siendo muy importante para él comenzar marcando. Pasaron 60 años para que un boliviano volviera a anotar luciendo la camiseta de Once Caldas.

Grata impresión dejó Mateo Zuleta, un desconocido: veloz, intuitivo, con gambeta, le puso alegría a la banda izquierda y tuvo oportunidades de concretar, que malogró. El asunto de definición es inherente al fútbol colombiano, hay que trabajarlo bastante.

Como es costumbre, Once Caldas es equipo de un tiempo. Esta vez fue en el complemento con las variantes, porque durante el primero fue repetitivo, sin creación y atacando siempre por derecha con Jefry Zapata que corrió como ‘carroloco’. Extraña técnica la de este extremo.

Ya lo que viene será en serio, desde el sábado contra Nacional.

Hasta la próxima...