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Se pudo haber evitado la tragedia humanitaria que está viviendo el Catatumbo debido a los enfrentamientos entre la guerrilla del Eln y una disidencia de las Farc por quedarse con el control territorial. El saldo, según las autoridades de Norte de Santander, es de por lo menos 80 personas asesinadas, 20 heridas, cientos de desplazados, personas que han tenido que sacar de la zona por vía aérea para salvar la vida y otros tantos confinados ante las dificultades para salir. La población civil está teniendo que pagar los errores administrativos y estratégicos del Gobierno nacional en su manejo de la Paz total.
Desde el inicio de los diálogos con estas guerrillas en el 2023, la sociedad civil le advirtió al Gobierno que no podía confiarse de estos grupos, que debería establecer reglas estrictas para el desarrollo de los diálogos y mantener una verificación constante de la actuación de los alzados en armas, de manera que no pudieran estar sentados en las mesas con sus delegados y por otro lado, con sus hombres y mujeres, siguieran sus incursiones delictivas en el territorio nacional. Lo más grave es que el Gobierno dejó que esto ocurriera varias veces sin que tomara la decisión de levantar los diálogos por incumplimiento y porque no estaban dadas las condiciones.
El presidente, Gustavo Petro, siempre puso por encima buscar pasar a la historia por alcanzar la Paz total, fue muy ingenuo al creerles a estas guerrillas que tenían una intención firme de paz, entre ellos nombró a gestores de paz, les cedió terreno y hoy hay crecimientos exponenciales de estos grupos armados en casi todo el país, incluso en zonas urbanas. Pero además, el Gobierno no fortaleció a las Fuerzas Militares, las debilitó, ni quiso continuar políticas como la de erradicación de cultivos ilícitos, el de coca por ejemplo del que derivan dinero las guerrillas. El resultado es esta catástrofe, tras muchas otras que durante este tiempo han ocurrido con muertos, heridos, secuestrados, reclutados, violentados.
Muy tardía la reacción del presidente, que la semana pasada decidió suspender las mesas de diálogo con el Eln a raíz de lo ocurrido en el Catatumbo. Cómo estará la situación que la gente decidió emigrar a Venezuela, aún con un régimen gobernando este país y bajo condiciones de vida precarias. Resulta muy extraño que justo cuando el presidente Petro se distancia un poco de Nicolás Maduro, por el fraude electoral y por sus medidas que atentan contra los derechos humanos, el Eln haya incursionado con tanta violencia.


Al Gobierno le queda reforzar y robustecer las Fuerzas Militares para que recuperen de manera táctica los territorios tomados por las guerrillas en Colombia y se permita el regreso de quienes han emigrado. Lo que ocurre con la geopolítica mundial y sus líderes no está para generar más éxodos. El Gobierno, como prioridad, pero además por obligación constitucional, debe garantizar la seguridad. El país no resiste más improvisaciones, ni equivocaciones en las políticas de Estado. El número de víctimas podría seguir en aumento, que es lo que no puede seguir permitiendo el Gobierno Petro.