A medida que las personas envejecen, es común que experimenten ciertos cambios en la memoria y en la capacidad de concentración. Pasa que cuando estas dificultades interfieren significativamente en la vida diaria, terminan siendo señales de que se padece un déficit cognitivo, condición que afecta hasta el 20% de los mayores de 65 años.

Según el psiquiatra Álvaro Navarro, gerente de Salud de los Centros Médicos Colsanitas, "los déficits cognitivos impactan principalmente cuatro áreas: la memoria, la atención, el lenguaje y la percepción. Aunque no son tan graves como una demencia avanzada, sí pueden reducir la calidad de vida de los pacientes".

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Manifestaciones del déficit cognitivo

Los síntomas más comunes incluyen dificultades para recordar eventos recientes, mantener la atención en tareas cotidianas y algunos problemas con el lenguaje, como olvidar palabras o tener alteraciones en la percepción de la realidad.

La pérdida de memoria y la dificultad para concentrarse son algunos de los primeros signos de alerta. que, en un principio, pueden ser sutiles. Sin embargo, es fundamental prestarles atención cuando se vuelven persistentes. En caso de notar estos cambios, es recomendable acudir a un especialista para realizar un chequeo oportuno en el menor tiempo posible.

Foto / www.pixabay.com / LA PATRIA

El déficit cognitivo compromete las funciones mentales. Armar rompecabezas resulta terapéutico para quienes lo padecen.

Factores de riesgo de los pacientes

Existen factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un déficit cognitivo, como antecedentes de traumatismos craneoencefálicos o accidentes cerebrovasculares y la presencia de trastornos mentales.

Estos pueden afectar directamente la capacidad de concentración y la memoria en los pacientes. Además, dificultades para conciliar y mantener el sueño, junto a alteraciones en el comportamiento, pueden ser señales tempranas de que es necesario consultar a un médico.

Algunas recomendaciones para frenar el deterioro cognitivo, incluyen la actividad física regular, ejercicios relajantes de respiración, seguir una buena alimentación y participar en actividades que estimulen la mente, como la lectura, los juegos de memoria o los crucigramas.

Estas prácticas no solo previenen el avance de la condición en quienes ya presentan algunos de sus síntomas, sino que también ayudan a mantener las capacidades cognitivas de las personas de la tercera edad.

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Trate a tiempo el déficit cognitivo

El tratamiento para este déficit suele incluir terapias cognitivas y, en algunos casos, el uso de medicamentos que ayudan a manejar los síntomas. Sin embargo, la prevención sigue siendo la mejor herramienta y para ello es vital llevar una vida activa, tanto física como mentalmente.

* Con información de Colsanitas.

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