Dos sujetos solicitaron un domicilio de comidas el 27 de mayo del 2024, pero su objetivo no era pagar por el pedido, sino asaltar al mensajero. Por ese hurto ya hay un condenado y otro espera su juicio.

Los delincuentes se comunicaron por WhatsApp con un número ajeno para evitar que los identificaran. Desde Villamaría hicieron la solicitud a un restaurante ubicado en el barrio Chipre, de Manizales.

El destino era la calle 15 con carrera 3, del barrio La Isabela. Sin embargo, cuando la víctima llegaba, le pidieron ir a la esquina de la carrera 4, en Coloya. Mientras esperaba, Edson Jhovany Chisco de Los Ríos se le acercó y blandió un arma cortopunzante, con la que lo intimidó.

Hurto con una pistola y un arma cortopunzante

Unos pasos atrás iba Jhorman, conocido como el Mueco, quien sacó una pistola, no se sabe si traumática o de fuego, y se unió al robo. No solo le quitaron las pertenencias, sino que se fueron con el pedido y el de un cliente.

La Fiscalía expuso los videos del hurto tras la captura, en enero pasado, del Mueco. Los presentó como pruebas en la audiencia de control de garantías ante el Juzgado Tercero Penal Municipal de Manizales.

Desde distintos ángulos se ve el trayecto que cubren los ladrones, la llegada de la víctima y el inicio del ataque. Luego, la huida, como si nada hubiera pasado, con lo robado, hasta el ingreso a la vivienda de Edson Jhovany.

El domiciliario denunció ante las autoridades y se dedicó a buscar a los delincuentes en redes sociales, hasta que en Facebook identificó a sus asaltantes. Presentó las pruebas y esto facilitó su identificación y captura.

Un condenado por hurto

En agosto de ese año capturaron en Villamaría a Edson por hurto agravado y calificado, y en diciembre, el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal lo condenó en diciembre a 6 años de prisión, pues no indemnizó a la víctima.

Tras conocer sobre la captura de su compinche, el Mueco se escondió. Incluso, un abogado se acercó a la Sijín para saber si contra él existía algún proceso judicial y al saber que existía una orden de captura, optó por evadir a la justicia, en vez de entregarse, lo que generó el reproche de la fiscal.

Sin embargo, por mucho que intentó escabullirse, fueron más efectivos los investigadores de la Policía, quienes lo encontraron y lo detuvieron en enero de este año. Intentó enredarlos diciendo que residía en Santa Ana, aunque comprobaron que se radicaba en Villa Esperanza.

La representante del ente acusador le indicó al Mueco que si aceptaba cargos e indemnizaba al domiciliario, obtendría una rebaja de pena y pagaría una condena mucho menor. Los negó y como consecuencia, de resultar culpable, podría pagar de 12 a 28 años de prisión.

Ladrón, obligado a indemnizar a la víctima

Como Edson terminó condenado sin indemnizar a la víctima, ahora será el Mueco quien deba pagarle si desea llegar a un acuerdo con la Fiscalía.

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